Convocadas por dos proyectos de investigación centrados en temáticas de inclusión educativa de FCEDU-UNER, el 21 y 22 de junio se llevaron adelante las V Jornadas Debates de Educación e Igualdad | La instancia se concentró en la comunicación e intercambio de los avances de las investigaciones y tuvo, además, la participación de tres escuelas de Paraná que relataron sus experiencias de integración, así como el aporte de investigadores y estudiantes becarios de las investigaciones
Durante dos tardes consecutivas, se desarrolló la quinta edición de las jornadas organizadas por los equipos de investigación de la Facultad de Ciencias de la Educación que participan en el proyecto integral “Vínculo pedagógico, transmisión y lazo social en la escuela secundaria. Sobre las relaciones intergeneracionales, aprendizaje y socialización”, dirigido por la Dra. Carina Muñoz y el proyecto de investigación “Aprendizaje de la lectura y la escritura en la comunidad sorda. Un estudio descriptivo en contextos de la escuela de sordos y la universidad”, dirigido por la Mg. Sonia Luquez. Se trató de una instancia de comunicación e intercambio de los equipos de investigación que desarrollan en la UNER –además de los ya señalados– estudios sobre la historia de la LSA (lengua de señas argentinas) y la comunidad sorda, la discapacidad como construcción social, la educación, la inclusión, la despatologización y la pedagogía del vínculo.
“Ésto se nos aparece o debería aparecerse casi como una tautología. Hablar de educación y de igualdad debería ser algo que fuera de supuesto. Pero sabemos que las condiciones materiales iniciales de los procesos educativos no están paradas precisamente en condiciones de igualdad. En ese marco, nos parece importante que se pueda debatir respecto de los avances que los distintos proyectos tienen en relación a esta temática”, sostuvo el Secretario de Extensión y Cultura, Lic. Juan Manuel Giménez, quien además puso de relieve el trabajo integral de funciones de la universidad pública, que llevan adelante los proyectos organizadores, en la articulación y diálogo con los territorios y las comunidades con las cuales trabajan.
Por su parte, la Mg. Sonia Luquez profundizó en el propósito de las jornadas destacando que la intención trascendía la presentación de resultados acabados de las investigaciones, intentando más bien problematizar los procesos de reflexión y construcción metodológicos involucrados en estas experiencias. “Quienes estamos socializando nuestras producciones en estas jornadas –enfatizó Luquez– tenemos puntos de vista y preocupaciones compartidas. El espacio común que nos referencia incluye, por un lado, la oposición a las perspectivas del déficit, ya sea de los sujetos o de las instituciones de la educación pública; y la apuesta a la construcción de conocimiento en territorio y desde la perspectiva de derechos”.
Las jornadas contaron con la interpretación simultánea en lengua de señas por parte de integrantes del equipo de la Tecnicatura de LSA de FTS-UNER.
Experiencias y relatorías
Durante la jornada del jueves tuvieron lugar dos mesas de presentación de experiencias. En primer lugar, la directora de la Escuela Integral Nº 7 “Edith Fitzgerald”, Vilma Strada, junto a Edgar Sosa, referente de la comunidad sorda y de la Tecnicatura de Lengua de Señas Argentinas, relataron la experiencia del proyecto pedagógico y educativo de la escuela. En cuanto a la forma de nombrarse y presentarse, Strada subrayó: “Nosotros somos de la escuela de sordos. En realidad, Edith Fitzgerald fue una mujer un poco sorda, un poco ciega, que creó una clave, un organizador del lenguaje, que hacía que la escuela tenga como objetivo rehabilitar. Que los sordos aprendan a hablar, que estructuren el lenguaje. A nosotros nos gusta decir que somos de la escuela de sordos, como parte de una comunidad que habla una lengua de señas. Eso para empezar”.
Se trata de la única escuela para sordos que hay en la ciudad de Paraná, que recibe además estudiantes de distintos puntos de Paraná campaña. Tiene un primer ciclo, de primaria, y dos proyectos de accesibilidad a la escuela media, donde los estudiantes continúan con intérpretes para que puedan transitarla accesiblemente. Se trabaja con la misma currícula que la escuela común, la única diferencia es la lengua. La escuela “surge –siguió la docente– como la mayoría de las escuelas especiales, bajo un mandato ortopédico, con prácticas pedagógicas que tenían que ver con la rehabilitación del habla, para participar de la vida social y económica del país. Esos objetivos eran bastante difíciles para los sordos porque muy pocos podían hablar como hablamos los oyentes. Después de varios años, los maestros empezaron a rever la propuesta pedagógica y surge que lo primero que es necesario incorporar a la escuela es la lengua de señas”.
De este modo, la lengua de señas fue incorporándose y entendiéndose como la lengua mediante la cual los sordos pueden significar el mundo y pensar la vinculación con el conocimiento. A través de un recorrido intensivo, pudo empezar a comprenderse que no había en la comunidad sorda una identidad fallada, sino que se trataba de una lengua distinta para comunicarse.
A continuación, Raquel Rossi, profesora de sordos en la escuela, y graduada de la Tecnicatura de Señas, contó su experiencia de interpretación con diferentes estudiantes. Asimismo, Carolina Amaya, docente de la escuela de sordos en el nivel inicial, relató junto a Raquel el acompañamiento como intérpretes de un estudiante en el Profesorado de Educación Física del Club Estudiantes de Paraná. En el mismo sentido, la docente Marina Chaves compartió su inserción en la cátedra “Psicología Educacional II” de la misma carrera y los desafíos de la relación y el diálogo entre docentes e intérpretes.
Además, estudiantes becarios de los proyectos de investigación compartieron sus experiencias de formación. Gastón Baldomir, compartió reflexiones sobre la importancia de la escucha en las prácticas docentes; Camila Montesino Mársico, recuperó la importancia de la grupalidad o lo grupal como posicionamiento teórico-político; Karen Gareis y Melina Albornoz, se refirieron a los tiempos y los espacios no pedagógicos y las producciones que allí se realizan; Paola Casco y Luna Badaracco, se centraron en el transitar de las experiencias, las escrituras diversas de las mismas y de su propia formación; Antonella Damelio contó su inserción reciente en el proyecto de prácticas de lectura y escritura de la comunidad sorda; y Luciano Albretch relató su experiencia en torno a la universidad y la accesibilidad.
Educación inclusiva en la Universidad
La Lic. Verónica Rusler (UBA – UNSM) es investigadora, docente y también interviene en territorio mediante su trabajo. Además, integra el programa de discapacidad y el de orientación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Se detuvo, al inicio de la charla, sobre las buenas prácticas de accesibilidad para incorporar en el plano comunicacional. Después, se centró en el proceso histórico de construcción de la perspectiva de la educación inclusiva, con sus respectivas etapas a partir de las luchas del colectivo de personas con discapacidad. “En esta etapa actual, apelamos a que las instituciones se modifiquen para que podamos alojar a todos”, sostuvo Rusler.
Asimismo, la especialista se ocupó de relatar la perspectiva que sostiene el programa de discapacidad que integra. “Es un momento en el que hablamos de la pedagogización de la educación especial; de que la educación especial es una modalidad del sistema educativo, o sea, ya no lo entendemos como un régimen especial separado sino como una modalidad que atraviesa todos los niveles y todas modalidades –o así debería ser. Y, además, hablamos de la educación especial como derecho, del derecho a la Universidad”. Si bien podría pensarse esta exigencia de derecho como controvertida, porque el nivel superior no es obligatorio, Rusler enfatizó la importancia de pensar a la misma Universidad como un territorio, del que forman parte todas las comunidades, distinguiendo un derecho individual y un derecho colectivo a la misma, para poder participar de sus espacios. Allí radica, justamente, la responsabilidad de asegurar la accesibilidad como institución.
Después de analizar distintas dimensiones de la accesibilidad, Rusler subrayó que “en relación a la accesibilidad académica, nosotros entendemos que se trata de fundamentos y prácticas orientadas a que todos y todas puedan habitar, aprender, participar y trabajar en la Universidad, mediante la eliminación de barreras y la consolidación de apoyos. En realidad nosotros entendemos que, así como la educación ya no debería llamarse inclusiva sino ser educación, con el tiempo los apoyos ya no deberían llamarse apoyos sino que deberían formar parte de la misma propuesta pedagógica. Así como entendemos que la accesibilidad no es la rampa, la accesibilidad académica no se suscribe sólo al trabajo docente, sino que involucra todo lo que acontece en la institución, por eso es un concepto multidimensional y transdisciplinario“.
Avances de investigación
Durante el segundo encuentro de las jornadas, se trabajó en tres espacios. En una primera mesa se compartieron algunos avances de los proyectos de investigación de FCEDU-UNER y FTS-UNER.
María Eugenia Almeida y Alfonsina Angelino, investigadoras de la Facultad de Trabajo Social, presentaron los avances del Proyecto de Desarrollo Tecnológico y Social “Caleidoscopio del reconocimiento. Historias de la Comunidad Sorda Argentina en clave cartográfica”. Se trata de un proyecto dirigido por ambas, que se está llevando adelante en la Universidad Nacional de Entre Ríos, de Villa María y del Comahue. “Está enmarcado dentro de una convocatoria que hizo la Secretaría de Políticas Universitarias en 2015 para ‘desarrollo tecnológico y social’. A pesar de la nominación de la convocatoria, nos sentimos interpelados a presentar algo porque veníamos de una trayectoria en relación a la comunidad sorda y en varias instancias los sordos nos habían reclamado como parte de la academia dos cosas: que la academia los deje de investigar y que si, en todo caso, a alguien le interesaba saber algo sobre los sordos que los invitaran a ser parte de los proyectos de investigación”, relató Almeida. “La demanda que hicieron los sordos tenía un punto específico: se habían acercado a solicitar la posibilidad de que la Universidad los ayudara a reconstruir parte de la historia de la comunidad sorda en Argentina. Una historia en lengua de señas, porque como la lengua es ágrafa no hay nada escrito. Pero no una historia en singular sino las múltiples historias de las múltiples personas sordas del país”. En ese marco, el proyecto intenta recuperar la necesidad de la comunidad sorda de ser reconocida como una comunidad minorizada, registrando las historias personales de sordos y sordas que reconstruyen a su vez la historia de toda la comunidad sorda, la historia la lengua de señas –todavía no reconocida como lengua oficial– y con ello la historia del país.
Después del relato de Almeida y Angelino, Sebastián, parte del equipo de investigación, contó en lengua de señas cómo hicieron las entrevistas, de sordo a sordo.
Por su parte, la Prof. Sonia Luquez, docente investigadora de nuestra casa, relató avances del Proyecto de Investigación y Desarrollo “Aprendizaje de la lectura y la escritura en la comunidad sorda. Un estudio descriptivo en contextos de la escuela de sordos y la universidad”. “Si alguna certeza teníamos al momento de empezar era que fuera una investigación con la comunidad sorda y no sobre ella. Al mismo tiempo teníamos una pregunta muy simple en apariencia pero muy compleja en su abordaje: cómo aprenden a leer y a escribir los sujetos sordos en contextos escolarizados. Por eso, elegimos trabajar con la escuela de sordos y los contextos de la universidad”, introdujo Luquez.
Por último, la Prof. Carina Muñoz, hizo lo propio con los avances del Proyecto Integral “Vínculo pedagógico, transmisión y lazo social en la escuela secundaria. Sobre las relaciones intergeneracionales, aprendizaje y socialización”. Se trata de un proyecto enmarcado en la convocatoria “Universidad y Territorio” de la UNER, que abarca docencia, investigación y extensión. “El título enfatiza las herramientas del campo de la salud mental para volver a pensar la relación pedagógica“, sintetizó Muñoz.
Antes del cierre realizado por las docentes Muñoz y Luquez como organizadoras, y el aporte de Verónica Rusler, la Lic. Laura Naput, recuperó sus estudios sobre historia oral como aportes para la investigación de la comunidad sorda y de la lengua de señas.
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