Se realizó el pasado 9 de noviembre la jornada de debate y reflexión “Construcciones desde el decir/nos y mirar/nos. Lenguajes y miradas feministas en la actualidad” en el Auditorio “Rodolfo Walsh” organizada por el Equipo de Género del Área de Comunicación Comunitaria y el Proyecto de Investigación-Extensión “Cuerpos, géneros y sexualidades en la escuela” de FCEDU-UNER.
Con objetivo de ofrecer espacios de debate y reflexión en torno al panorama actual de violencia sistemática contra las mujeres y las disidencias sexo genéricas, la jornada inició con el taller a cargo de la periodista Sandra Miguez, “La comunicación desde un enfoque de género”, donde se abordó la importancia de reconocer el derecho a la comunicación de las y los ciudadanos y, en este marco, la comunicación de género desde un enfoque de derechos humanos, como herramienta de acción e interacción.
Se discutió cómo trabajar desde un lenguaje inclusivo y una comunicación con perspectiva de género, procurando develar las operaciones simbólicas que se dan, en particular, en las prácticas comunicacionales de los medios.
“Es importante pensar en las prácticas de todos los días, darnos cuenta de que es necesario ver y estar alerta cómo o de qué manera los medios de comunicación nos constituyen, nos configuran. Cómo nos constituimos como sujetos/as políticos/as en este sentido es un posicionamiento frente a la realidad que nos atraviesa», observó Miguez.
Asimismo, señaló que «los medios de comunicación tratan de mostrarnos una representación, que muchas veces consumimos sin darnos cuenta, que no es ingenua, y que reproduce estereotipos que están en juego todo el tiempo en las prácticas comunicativas”. De este modo, “la estructura de los medios de comunicación –continuó– sigue reproduciendo el sistema patriarcal. Como es afuera es adentro, por ejemplo, si bien amo y trabajo en la radio de la UNER, hay que decir que la mayoría de los locutores son hombres. Desde la misma Universidad la cuestión de género es pensada como una cuestión de minorías, es decir, sigue reproduciendo las estructuras patriarcales”.
Seguidamente, la comunicadora y militante feminista Jorgelina Londero presentó su taller “Por esta boca roja: palabras y poder”, donde abordó el uso del lenguaje, desde los insultos al chistecito machista y el “te lo digo porque te quiero”.
“Rosa de Luxemburgo –pionera del lenguaje no sexista- nos dice que el primer gesto revolucionario es decir las cosas por su nombre. Entonces, la premisa del lenguaje no sexista es que lo que no se nombra no existe«, introdujo Londero.
Asimismo, subrayó que «a las mujeres se nos ha prohibido históricamente decir no«. En ese marco, «el lenguaje, además de que no es neutro, tiene sentido y poder y es político. ¿Qué significa reproducir el lenguaje sexista? Significa atentar contra nosotras mismas», expresó.
«Las palabras pueden ser nuestras si elegimos las palabras –continuó. El matrimonio entre el capitalismo y el patriarcado reproduce estereotipos y mandatos que sólo fueron posibles a través del lenguaje. Porque todo lo que se repite se aprende, es decir, debemos darnos cuenta, hacer cuerpo y revisión crítica y política de que crecemos encorsetadas, respondiendo a la norma. Eso es lo que posibilita que vayamos rompiendo la norma. La primera revolución es de las palabras. Si creo que el patriarcado va a caer y el feminismo va a vencer, basta de usar el lenguaje sexista, que agrede, violenta, humilla y perjudica. Porque son palabras que duelen en el cuerpo”, manifestó Londero.
Para culminar se proyectó “Una juventud alemana”, de Jean-Gabriel Périot, Francia –Alemania 2015, auspiciada por el Goethe Institut Argentinien.