La película documental Pibe chorro (2016) inauguró el ciclo «ESIAntirrepre», una serie de encuentros organizados por los Proyectos de Investigación y de Extensión «Cuerpos, géneros y sexualidades desde las miradas del cine» | Las proyecciones tuvieron lugar en diversas escuelas de Paraná y hubo una función general en el Auditorio de la FCEDU, con la presencia de docentes y estudiantes secundarios y de nuestra casa | El Lic. Facundo Ternavasio, director del Proyecto de Extensión, hizo hincapié en las concepciones desde donde parte este ciclo por una educación sexual integral y antirrepresiva.
La mirada de Mecha Martínez atraviesa la pantalla del Auditorio «Rodolfo Walsh», colmado de estudiantes y docentes que ocupan butacas y escaleras, o permanecen parados. Incluso, algunos miran desde afuera. 78 minutos después, Mecha, estará junto a la directora de la película, Andrea Testa, intercambiando impresiones y varias preguntas con el público. Mecha es una referente del barrio 22 de La Matanza y militante de la agrupación Cuba-MTR; la película es Pibe chorro, un documental en donde, mediante el relato de Mecha, conocemos a Gabriel, un pibe de 16 años asesinado en el barrio. Además, podemos escuchar al poeta Vicente Zito Lema, a Ana Laura López como tallerista en contextos de encierro o a Damián Quilici, standupero conocido como El Freud de la villa.
«La iniciativa surge de la preocupación por la escalada de violencia y las políticas antiderechos como acciones estatales oficiales y modalidades de gobierno», dice Facundo Ternavasio, docente de nuestra Facultad y Director e integrante, respectivamente, de los Proyectos de Extensión y de Investigación «Cuerpos, géneros y sexualidades desde las miradas del cine» y «Cuerpos, géneros y sexualidades en la escuela». «En los últimos años las políticas neoliberales y neoconservadoras –sigue– adquirieron una dimensión siniestra, que llega a la desaparición forzada de los cuerpos, a la promoción del gatillo fácil y la mano dura y a la impunidad garantizada para las fuerzas del Estado».
En ese marco, Facundo señala que, desde la investigación dirigida por la Dra. Alicia Naput, notaban que «hay todo tipo de operaciones en el campo de la sensibilidad y la subjetividad, que desinhiben los mecanismos racistas, misóginos, homolesbotransfóbicos, clasistas, machistas» presentes en el tejido social, es decir, «mecanismos que buscan ampliar y endurecer el marco de lo criminalizable, produciendo etiquetas punitivas». Hay, en efecto, según el análisis elaborado por el equipo «una estética y una cultura de la guerra que produce constantemente sectores enemigos e imágenes de quienes son las y los enemigos y enemigas«.
Desde ese lugar se preguntaban qué hacer: «no sólo amenazan quitarnos la vida, sino que suprimen la posibilidad de dar testimonio». La pregunta entonces es «qué hacer y qué decir ante formas de violencia que nos dejan sin palabras«.
ESI antirrepresiva
«Sostenemos que la Educación Sexual Integral es una forma de actuar contra todas las formas de la injuria y el estigma por portación de cuerpo o cara«, resume Facundo Ternavasio. Las violaciones a los derechos humanos basadas en el cuerpo, el género y la sexualidad, además, «involucran una multiplicidad de historias de vida cruzadas por la precarización y el empobrecimiento«.
Entonces, el ciclo de encuentros por una ESI antirrepre, «implica preguntarse por la policialización de los cuerpos, de los barrios, de las identidades, por las relaciones de los géneros, las sexualidades, preguntarnos qué viene a enseñarnos la policía, la gendarmería, el Estado, desatando estas formas de violencia».
Si las pibas y pibes que asisten a las escuelas son blanco constante de razias policiales, el equipo señala la importancia de preguntarse qué vínculos hay entre educación y violencia: «para nosotros la ESI es una oportunidad de desarmar el contrato patriarcal entre lo punitivo y lo pedagógico, el mandato educativo de normalización de los cuerpos al nivel de lo vital, lo afectivo y lo sensible», subraya Ternavasio.
Pibe chorro inició estos encuentros, entonces, pues «no sólo documenta las condiciones de vida de cuerpos amenazados y cómo se construye socialmente el delito, la pobreza y la violencia, sino que también es una forma de resistencia, de interrumpir las mecánicas del daño: es una película donde se expresa el creciente poder político y cultural que viene desde esas vidas y cuerpos que están a los márgenes y que resisten la criminalización y la policialización«.
Con la presencia de Andrea Testa, la directora del documental, y Mecha Martínez, la película dio una gira por varias escuelas de Paraná durante el jueves 12 de abril: a la mañana se proyectó en el Colegio Nacional, con la participación de estudiantes y docentes de la Escuela Normal, Moreno y del propio Nacional. Luego, se proyectó en la Escuela Bazán y Bustos y Esparza. Y para cerrar, a las 20:00, se realizó una función abierta en el Auditorio «Rodolfo Walsh» de nuestra casa de estudios, donde además de la comunidad FCEDU, participaron estudiantes y docentes de las escuelas Alem y Quirós.
El ciclo continuará con talleres antirrepresivos y antidiscriminatorios en diferentes instancias educativas.