En memoria de Gleyzer: Se proyectaron y debatieron sus films emblemáticos en la FCEDU

Publicado el: 4 junio, 2019 Última actualización: julio 5, 2024

«Debate y proyección: lucha, resistencia y estética en el cine documental» fue una actividad realizada en conmemoración del día del documentalista y en el marco de las actividades por los 30 años del CePCE | Gustavo Hennekens y Pablo Russo hablaron sobre la importancia de la experiencia militante de grupos como Cine de la Base y sus huellas en el presente del cine documental.

El 27 de mayo se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición de Raymundo Gleyzer. En su homenaje, en esa misma fecha, es el día del documentalista en Argentina.

Gleyzer fue crítico y director y se especializó en el género documental. Creó en 1973 el Grupo Cine de la Base, como brazo cinematográfico del PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo). El grupo fue conformado originalmente por Juana Sapire, Álvaro Melián, Nerio Barberis, Alberto Vales y Jorge Santa Marina, entre otros. Denunció la masacre de Tlatelolco en México, la muerte de trabajadores de la fábrica INSUD por plomo en sangre en «Me matan si no trabajo y si trabajo me matan» (1974), y la burocracia sindical en «Los traidores» (1973). La película fue exhibida en festivales internacionales, pero proyectada en condiciones de clandestinidad en sindicatos, fábricas, comedores barriales.

Fue detenido-desaparecido durante la última dictadura cívico-militar argentina. El Centro Clandestino de Detención El Vesubio fue el último destino conocido de Gleyzer tras su secuestro, en mayo de 1976.

Por su parte, casi en paralelo, había surgido el grupo Cine Liberación con el lanzamiento del film «La hora de los hornos» de Fernando Solanas y Octavio Getino. El primer manifiesto del grupo es de mayo de 1968, inmediatamente anterior al estreno del film. También se caracterizó por la denuncia social a través del documental, con una mirada atravesada por la militancia en el peronismo de izquierda.

En ese marco, el mismo 27 de mayo se proyectaron en el Área de Producción Audiovisual de la FCEDU fragmentos de filmes de los grupos Cine Liberación y Cine de la Base y se impulsó un debate colectivo sobre la lucha, resistencia y estética en el cine documental.

La actividad fue coordinada por Gustavo Hennekens y Pablo Russo. Ambos son docentes de la FCEDU y mantienen con la dimensión política del cine y el género documental una relación estrecha, tanto en la producción como en la investigación: Hennekens es un realizador audiovisual reconocido en nuestra región, prolífico en la producción de materiales sobre las luchas y la memoria de quienes fueron detenidos-desaparecidos en la última dictadura militar. Pablo Russo, por su parte, integra el Grupo Rev(b)elendo Imágenes y es coautor del libro «Un Cine Hacia el Socialismo. Imágenes del PRT-ERP», que analiza las producciones cinematográficas, precisamente, del Grupo Cine de la Base.

 

Cine y política

¿Hay huellas de este cine en las búsquedas documentales actuales? En ese punto, Hennekens y Russo tienen miradas diferentes: «Ni de lejos –dice el primero–. Yo creo que ha cambiado el contexto político, las perspectivas políticas, los sectores que en ese momento tuvieron ese espíritu revolucionario ya no están, las perspectivas en cuanto a utopías en los sectores juveniles han cambiado. En mi opinión el cine documental de ahora no tiene nada que ver con el del 60/70».

Pablo Russo, por su parte, se detiene en experiencias de principios de este siglo «que se fueron consolidando al igual que lo hacia Cine Liberación y Cine de la Base, con relación a algunos partidos políticos, por ejemplo, Contraimagen con el PTS u Ojo Obrero con el Partido Obrero. También hay otros grupos de alianzas, de dialogo, por ejemplo, en relación a las fabricas recuperadas. Algunos integrantes de estos grupos después realizan sus carreras solistas, pero siempre con una impronta social, como Virna Molina, Ernesto Ardito». En esta línea, se encuentran las películas Raymundo y Corazón de Fábrica.

Tiempos de documental

«En el regreso a la democracia, los temas se trataban mucho en clave de ficción: las principales películas estaban en claves de ficción relacionadas con ese periodo anterior», señala Pablo Russo.

En ese sentido, observa que la producción de documental tiene que ver con los momentos históricos pero también con las posibilidades materiales y económicas de producir: «Patricio Guzmán siempre dice que el equipo documental tiene que entrar en un auto pequeño: el realizador, el productor, el sonidista y nada más. Desde ese punto de vista es más accesible esa forma de producción que otras que implican más dinero y más recursos humanos».

De todos modos, tanto Hennekens como Russo hacen hincapié en la valorización del género y el señalamiento de los discursos que marcan a los documentales como documentales, «como si no fueran películas».

La proliferación de canales para poder tener acceso a este tipo de materiales ha ido variando ese panorama en los últimos años: «Lo del canal Encuentro, con todas sus estéticas, también ha hecho que se amplíe el público que puede llegar a ver un documental ¿no?», señala Russo.

 

Por último, se detiene en algunas experiencias que han logrado correr la idea del documental «como algo rígido y pesado y aburrido y duro»: «Seré Millones es una película de hace cuatro o cinco años, que la hizo Mascaró, que es un grupo de estos nuevos que empiezan a surgir de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. Ellos hicieron una investigación sobre el PRT y en una serie de archivos encontraron dos personajes que son los que permitieron el asalto al Banco Nacional de Desarrollo en el 71/72. Entonces, posteriormente, hacen un film mezclando la ficción con el documental como si ellos fueran hacer una película sobre eso, siendo en realidad los protagonistas. Ahí hay unos cruces muy interesantes y ese documental tuvo bastante repercusiones».

En ese sentido, «siempre hay más reticencias y se piensa que uno no va a disfrutar viendo un documental: eso es una idea errada», termina.

 

En memoria de Gleyzer: Se proyectaron y debatieron sus films emblemáticos en la FCEDU
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