Experiencias de intercambio: Lucía

Publicado el: 16 abril, 2019 Última actualización: julio 29, 2024

 

Lucía Monserrat tiene 22 años y es estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social en FCEDU | Estuvo cinco meses participando de un intercambio académico en Porto Alegre, Brasil | «El intercambio ayuda a resignificar muchas cosas que tenemos», asegura | Repasamos algunos detalles de su experiencia.

 

 

Lucía es Técnica en Comunicación Social y está terminando el quinto año de la Licenciatura, rindiendo algunas de las últimas materias y lista para empezar con su práctica curricular y la tesis. Estuvo en la Universidade Federal do Rio Grande do Sul durante cinco meses haciendo un intercambio académico a través del Programa Escala del Grupo Montevideo. «Desde que iba a la escuela tenía muchas ganas de ser intercambista. Son posibilidades que te ofrece la Universidad que son increíbles, que hay que aprovecharlas», dice Lucía.Se alojó en la casa que se le ofrece particularmente a los y las estudiantes del Grupo Montevideo de Escala. «Una casa de estudiantes que tiene 9 pisos, de los cuales 8 pisos son estudiantes regulares que hacían todo el curso de la carrera en la Universidad y un noveno piso dedicado a intercambistas. Compartí cuarto con seis argentinas, una colombiana y una africana y otra brasilera. La convivencia fue enriquecedora», asegura.

En cuanto a las materias y la experiencia académica, se encontró con un plan de estudios bien diferente. «Acá estoy haciendo la Licenciatura con especialización en Comunicación/Educación y allá las especialidades son diferentes; están Periodismo, Publicidad y Propaganda y Relaciones Públicas. Por lo tanto los planes de cada materia de cada especialidad eran diferentes. Hice tres cátedras y una de oyente y me gustaron un montón».

Dice Lucía que la dinámica de cursado también es diferente: «Las materias son todas promocionales, no existen los exámenes finales, por lo que el régimen de cursado es mas estricto pero las materias son más cortas en sí, le dedicamos los cuatro meses al cursado y terminamos». El cursado era un solo día cada materia durante cuatro horas: «podíamos tener solo 3 faltas en cada materia, la carga teórica era menor que en FCEDU,  profundizaban más en la práctica».

¿Y el idioma? «No tuve tanto tiempo de estudiarlo porque me enteré que había quedado en el intercambio poco tiempo antes de irme –reconoce Lucía. Al principio era un poco complicado, sobre todo en las clases, que las profesoras hablaban muy rápido. Me costaba un poco entender, pero a través del tiempo aprendés un montón. Se aprende en la convivencia, en la práctica. Yo volví con la idea de estudiar un poco más y de hacer un examen que me valide el idioma«.

«La Universidad era muy grande, tenía cinco campus en todo Porto Alegre y, a su vez, tenía cine, museo, sala de teatro, de todo», cuenta Lucía al tiempo que resalta que pudo visitar todos esos lugares porque eran accesibles. «El comedor universitario lo tenía al lado, excelente la comida; el menú era a base de arroz, feijao, que nunca había probado y me encantó. Era un menú muy barato, se podía repetir, muy completo y accesible para todos los estudiantes».

 

Expectativas/realidad

Reconoce que vivió las ansiedades previas como cualquiera: «No sabés con qué te vas a enfrentar ni dónde vas a vivir, ni cómo va ser la Facultad, tus compañeros, las clases». Allá se encontró con gente de Colombia, México, España, Ecuador, «de todos lados, era muy rico», pero de Comunicación era la única intercambista: «eso también aumentó la iniciativa para conectarme con los compañeros y compañeras brasileros y conocer un poco más».

 

 

 

«Me gustaron las dinámicas de las clases, eran muy del diálogo, de hacer el trabajo dentro de la clase misma. Hice un proyecto con una materia que en FCEDU es anual y me permitieron seguirla a distancia: Planificación y Producción en Comunicación y Educación. En Brasil se llamaba Medios, Tecnología digitales y Educación. Hice un proyecto uniendo las dos materias donde construimos una página web, a la distancia, con mi compañera de la FCEDU», cuenta Lucía, entusiasmada. «Brasil ha sido uno de los pioneros en la educomunicación y pensé que estarían mucho mas avanzados –confiesa–, pero me comentaron que hacía poco que se conectaron las materias de Educación con Comunicación y estaban justamente en proceso, así que me pude insertar bien».

 

Vivencias

«El intercambio es una experiencia que te atraviesa en un montón de dimensiones. Los incentivo a todos mis compañeros y compañeras a que se anoten«, dice Lucía, que a la vez se siente «con la responsabilidad de poder transmitir la experiencia, las ganas, como una forma de devolver lo que me brindó la Universidad. Creo que hay que valorar estas oportunidades porque son muy ricas en nuestro proceso de formación mismo, tanto personal como académico».

 

Valorar la Universidad Pública

«En Brasil tienen un ingreso más elimitatorio. Tienen un examen de ingreso que aborda todas las materias que das, para el cual las personas se suelen ir a preparar a un instituto privado durante uno o dos años; en ese sentido ya no puede acceder cualquiera, es decir, si bien la enseñanza es gratuita tiene un costo para poder ingresar que es la preparación», compara Lucía.

Además, hubo rituales que la sorprendieron: «Una vez que pasaban ese examen y aprobaban festejaban como nosotros hacemos con las tesis, con huevo, harina. Ellos mismos te dicen que lo más difícil es ingresar a la Facultad. Todo lo que estamos pasando en Argentina con el tema del ajuste, nos hace valorar aun más la educación publica, gratuita de calidad y que sea cada vez más inclusiva«.

 

La situación política de Brasil

«Te involucrás mucho en lo que esta pasando el país, yo viví la época de las elecciones allá y fue bastante fuerte. Al comienzo de las cursadas las Facultades estaban bastante despolitizadas, tal es así que ni siquiera sé si había centro de estudiantes, no se hablaba mucho. El año anterior estaban ajustando presupuesto en investigación y realmente no sentíamos que se hablara en ningún lado, en ninguna de las clases se hablaba acerca de lo que estaba pasando y les afectaba directamente«, reconoce.

 

Lucía advierte que el tiempo de las elecciones –internas en septiembre y las generales en octubre– «fueron meses tensos, de miedo, preocupación». «Una se involucra con lo que sucede, escuchás a tus compañeros, escuchás cuestiones concretas que suceden. Podía ver y convivir y sentir –insiste–. Volví acá y necesité saber cómo están las cosas allá y qué está pasando. Y así las diversas situaciones de otros países, de los intercambistas que estábamos compartiendo».

La experiencia en general parece sintetizarse como una ficha que cae, algo que se descubre, un darse cuenta: «Comparábamos la situación de cada universidad, eso te hace valorar y resignificar algunas cuestiones, te hace pensar en cómo podría ser de otra manera. Ese darte cuenta es muy enriquecedor».

 

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