El Ciclo «Mañanas de bioarte» está enmarcado en el Proyecto de Investigación «Biosemiótica, arte y técnica» (N°3180), dirigido por la Dra. Lucía Stubrin en el marco de la cátedra Semiótica | Conversamos con ella acerca de los objetivos de la investigación y sus indagaciones.
Los viernes de mañana se reúne el equipo de investigación. Por eso, decidieron continuar con el ritual de los viernes y de la mañana pero ampliar el convite: hablar con bioartistas en charlas online abiertas para la comunidad académica y público interesado. Formado por Lucía Stubrin, Juliana Cattaneo, Laura Rosell y Nélida Zubillaga, el proyecto de investigación «Biosemiótica, arte y técnica» es un primer contacto con el bioarte, para algunas de sus integrantes, y una materia de estudio que Stubrin profundiza desde su tesis doctoral «Arte y ciencia, la práctica bioartística argentina en relación a la escena internacional» (UBA), cuya tutora fue Claudia Kozak.
«En mi formación como comunicadora ya había estado trabajando con objetos artísticos, con instalaciones, y eso me dio pie para conocer las obras de bioarte –explica la egresada de la Licenciatura en Comunicación Social de FCEDU-UNER–. Allí la disciplina de las obras no tiene que ver con los cruces dentro de la esfera del arte -movimiento, música, imagen, sonido-, todo lo propio de la interdisciplina del campo, sino que el bioarte habilita la interdisciplina entre los conocimientos de la ciencia y los conocimientos del arte. Fusiona y a la vez amplía el campo de experimentación. Ese fue mi objeto de estudio durante las becas de CONICET y hasta terminar la tesis».
Posteriormente, Stubrin se incorporó como docente a la cátedra de Semiótica de la carrera de Comunicación Social de la FCEDU y surgió la posibilidad de presentar un proyecto novel de investigación. «Como sigo vinculada a la investigación en tecnopoéticas en general, me pareció que se le podía dar un abordaje a las poéticas tecnológicas desde la semiótica«, es decir, «pensar los objetos bioartísticos desde la mirada semiótica», detalla.
Dentro del marco teórico apareció la línea de la semiótica de la cultura, de la línea de Tartu, que se llama biosemiótica: «Se desprende de la herencia peirciana, de la lógica peirciana de la relación de tres, que es lo que produce la significación. Como lo de Peirce es una lógica, se aplica no solamente a cuestiones del discurso social –que es lo que vemos en la Facultad–, sino que esa lógica de producción de sentido, de significación, se puede aplicar también a la biología, a la significación biológica. Siempre es una relación de tres y funciona perfectamente para poder explicar los procesos de lo viviente». Desde esa perspectiva, entonces, el equipo de investigación revisa la relación entre la significación biológica y la mirada o el gesto artístico que confluyen en las obras de bioarte.
Completa el marco teórico el concepto de texto artístico de Yuri Lotman, «entonces se conjugan los conceptos de texto artístico y de la lógica peirciana de producción de significación en cualquier nivel de lo viviente». Ese marco teórico se sostiene, además, con lo que ya venía investigando, «que tiene que ver más con la filosofía de la técnica».
El proyecto de investigación, señala, tiene como objetivo hacer una sistematización teórica, en principio, de cuáles son los autores y las hipótesis que nos pueden servir para leer los objetos bioartísticos desde la semiótica. «En un principio es una lectura más desde la filosofía de la técnica y desde la estética de las nuevas poéticas tecnológicas. Ya hay todo un corpus teórico delimitado, ya hay autores referentes, ya hay investigaciones hechas, entonces, les sumamos esta mirada desde la semiótica. Por supuesto, desde lo que se puede, sin hacer lecturas aberrantes o forzadas de estos objetos».
Lucía Stubrin resalta el interés de las tres docentes que se sumaron al proyecto: «Juliana Cattaneo, que tiene larga trayectoria en la cátedra de semiótica; Laura Rossel que viene de la educación, está haciendo su Doctorado en Ciencias Sociales y estaba interesada en estos temas y Nélida Zubillaga que viene más del lado de la estética, es profesora de UADER, es artista y le interesaban estos cruces más filosóficos y esta experimentación con lo viviente».
«A raíz de que ninguna tenía mucho conocimiento acerca de lo que era el bioarte, lo que hicimos fue hacer seminarios internos sobre distintos textos, teorías, enfoques de análisis y sobre el bioarte en sí mismo: las conceptualizaciones que hay, las líneas internas que tiene, como para tener ciertos bagajes mínimos para poder producir nuevos textos. Una vez que estábamos todas dominando ciertos códigos de lectura y de análisis, cada una eligió un artista o una obra para estudiar y ahora estamos en la etapa de corrección de esos artículos«, señala Stubrin.
Es decir, cada una se preguntó sobre artistas y obra, en relación a los dilemas que plantea el bioarte desde una lectura semiótica. «El resultado de cada artículo va a ser lo que le dé cierre al proyecto novel, que es un proyecto cortito. De ahí van a salir las futuras líneas de investigación que iremos ampliando. También esperamos incorporar nuevos becarios e investigadores a quienes les interese esta forma de trabajo y esta problemática», destaca para terminar.
Foto de portada: Edunia – Obra de Eduardo Kac
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