La cátedra de Educación No Formal participó del recorrido virtual de la Muestra «Prisioneros de la Ciencia», organizada por la dirección de DDHH de la Municipalidad de Concepción del Uruguay | Se trata de una colección de fotos y materiales que narran algunas de las historias de las y los prisioneros de los Pueblos Originarios de Tierra del Fuego en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata l Compartieron una reflexión sobre la experiencia y enfatizaron el valor de sostener espacios formativos más allá del aula.
Por Equipo de Cátedra Educación No Formal
El jueves 10 de septiembre las docentes y estudiantes de la Cátedra Educación No Formal, perteneciente al tercer año de la Licenciatura y Profesorado en Ciencias de la Educación, participaron de la Muestra Virtual “Prisioneros de la Ciencia”.
En el cuatrimestre que transcurre, de acuerdo al distanciamiento social, se ha logrado generar la vinculación con la Muestra “Prisioneros de la Ciencia”, organizada por la dirección de DDHH de la Municipalidad de Concepción del Uruguay. Esto se da en el marco de los objetivos de la materia, ya que todos los años se busca construir intercambios y relaciones con instituciones que realicen experiencias o prácticas de educación no formal.
La muestra es una creación del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS), que surgió en la Facultad de Ciencias Naturales y el Museo de la Universidad Nacional de la Plata. Las fotos que componen la exposición narran algunas de las historias de las y los prisioneros de los Pueblos Originarios de Tierra del Fuego, cuyos cuerpos se encuentran en las “colecciones” del museo. Éstos eran prisionero/as recluido/as en los sótanos de la institución, estudiados y exhibidos vivos como trofeos de guerra hasta que murieron y sus restos óseos, junto a otras pertenencias, fueron expuestos en sus vitrinas hasta el año 2006.
El recorrido virtual de la muestra Prisioneros de la Ciencia es una puerta para ingresar al conocimiento de una etapa controvertida y “oscura” de nuestra historia nacional, del genocidio a nuestros pueblos originarios, en la denominada “Campaña al Desierto”, liderada por el General Roca. Como se expresó en el recorrido, su objetivo era extender el territorio nacional a la Pampa y la Patagonia oriental, que hasta ese entonces estaba bajo dominio indígena, por los pueblos mapuche, tehuelche y ranquel. La campaña dejó como saldo miles de muertos, el saqueo y robo de sus tierras, así como la opresión y exterminio de toda una cultura.
Por otro lado, la Campaña al desierto se vincula con extender la civilización, para derrotar a la barbarie. El historiador Osvaldo Bayer (2018) la calificó de «liberal positivismo»: «Toda esa clase dirigente está formada en el liberal positivismo que nos enseñó que la cultura que valía era la que venía de Europa», exterminando lo bárbaro o salvaje, expresó en la presentación de su último documental AWKA LIWEN (Rebelde amanecer).
La muestra constituye en sí misma una denuncia gravísima a al modelo científico y deshumanizante de la época. Intenta poner al descubierto las muertes invisibilizadas: “En el Museo de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, entre los miles de esqueletos humanos de las colecciones fundadoras del primer director, Francisco Josué Pascasio Moreno, se encuentran los restos humanos (restos óseos, cueros cabelludos con las orejas, cerebros, piel, etc.) del Cacique Modesto Inakayal y de varios miembros de su familia. Tomados prisioneros en la denominada “Campaña al Desierto”, fueron trasladados al Museo de La Plata (MPL), por pedido expreso de Moreno y previo paso por la isla Martín García.” (Karina Oldani, Miguel Añon Suarez y Fernando Miguel Pepe, «Las muertes invisibilizadas del Museo de La Plata », Corpus [En línea], Vol 1, No 1 | 2011.)
La muestra fue montada en su totalidad de forma virtual en el Centro de Capacitación Turística de Concepción del Uruguay y se presenta por primera vez en este formato. Acompañó el recorrido la coordinadora Mariela Allois y la guía Mariel Santiago.
Es una apuesta a sostener espacios formativos más allá del aula. El campo de la Educación No Formal trasciende la frontera del sistema formal y, en razón de ello, los museos aparecen como una alternativa formativa, la cual significa una opción para la educación permanente dentro del currículum social. Los museos pueden ser experimentados como un espacio libre de aprendizaje; un espacio de experiencia de la libertad, a través de la creatividad y del juego. Considerar a los museos como parques, espacios lúdicos recreativos donde se produzcan propuestas, se materialicen y concreten ideas, donde no sólo se admiren objetos sino que los construya: “En el museo se ofrecen posibilidades para la ampliación de horizontes a través del reconocimiento de la diversidad de la experiencia humana, del acceso a nuevos temas y perspectivas, de la comprensión y el diálogo entre grupos y sociedades, del encuentro con lo diferente y con lo propio, de la reflexión y el desarrollo de actitudes y valores como la empatía, el respeto y la tolerancia.” (Luz Maceira Ochoa, Los museos: espacios para la educación de personas jóvenes y adultas. Centro de Investigación y Estudios Avanzados / México. p.10.)
Un museo es un espacio singular, de un gran valor científico, social, simbólico y estético, pero que también admite una mirada crítica en relación a sus sentidos y significados. No se trata solo de muestras o exhibiciones objetivas, sino que se pone en juego la presencia y participación de quienes “miramos” y de cómo percibimos e interpretamos esa experiencia.