Con la virtualidad impuesta por la pandemia, las propuestas pedagógicas tuvieron que ser replanteadas en todas las cátedras | En el caso de los talleres, donde la premisa de trabajo es la grupalidad y la experimentación in situ, la situación fue especialmente desafiante | El Taller de Especialización II: Audio inauguró este 2020 una experiencia de radio que no sólo se transmitió por internet sino que fue realizada de manera remota por sus participantes | El programa se llamó «La música del vecino» y se emitió durante tres viernes seguidos a través del blog del taller | Lea Lvovich y Ariel Levatti, sus docentes, contaron detalles de la experiencia.
La plataforma de videoconferencia es el estudio. A las 18:00 en punto empiezan a entrar quienes cortarán la cinta del programa: el primer grupo de ocho estudiantes que comentarán en vivo una película o un libro que les marcó a la vida, o nos llevarán de viaje a lomo de una crónica real o inventada. Prueban micrófonos del celular o de la computadora. En media hora sus voces estarán en el éter del internet.
En las clases anteriores se postularon para salir al aire en alguna de las tres emisiones y armaron enseguida tres grupos de WhatsApp por donde comunicarse. Eligieron el nombre del programa y la bajada: «Radio en casa desde casa». Una de las estudiantes, Luciana, se propuso para armar las artísticas y un grupito se le unió a la tarea. Ahora sí: alguien deberá poner la artística, dar aviso de aire para que arranque la primera voz, subir la música que corresponde a cada comentario, evitar los temidos baches.
–¿Quién se anima a operar? –preguntó la profesora Lea Lvovich– No tengan miedo que es sencillo, les vamos a ayudar. Es un programita que tenemos que configurar y listo. Lo ideal sería que tres de ustedes puedan tener la experiencia de la operación.
Parecía que iba a costar, pero alguien activó el micrófono enseguida:
–Yo me animo.
Ese primer viernes, durante la emisión inaugural de La música del vecino, la operadora será Luisina. A 100 años de su nacimiento, la vieja radio revive en formas inesperadas y necesarias. Donde antes sólo cabía la posibilidad de que esté un varón, ahora hay libertad y un empoderamiento envidiable. El estudio físico y material, insonorizado, perfecto y caro, seguirá existiendo y lo necesitaremos; pero ya existe una radio totalmente posible y gratuita si hay internet, una computadora y personas que la hagan y la escuchen.
«Viajo sin moverme de aquí / chicos del espacio están jugando en mi jardín», canta Cerati en Fuerza Natural. Esa es la cortina del programa.
Sobre la experiencia
«Creo que la virtualidad interpeló a todas las cátedras y docentes, pero a los talleres aún más. En nuestro caso, cuando arrancó este proceso a comienzos de año, nos preguntábamos cómo hacer para adaptar, replicar y recrear el trabajo que habitualmente realizamos en el aula, en el laboratorio de audio y en los estudios de radio. El gran desafío era que la cursada no perdiera interés, no resignar contenidos ni prácticas y evitar la deserción. Y la verdad que le encontramos la vuelta», señala Ariel Levatti.
El principal desafío era, para Lea Lvovich, «que las clases no sean la repetición de lo que solemos hacer en el aula. Porque así como sabemos que la radio educativa no es poner un micrófono en un aula, la educación a distancia tampoco es repetir los modos que tenemos en el aula a través de una videoconferencia».
Una de las principales limitantes del 2020 para el Taller de Audio era, además de la falta de acceso a los estudios de grabación, la imposibilidad de acceder a una radio para hacer una emisión en vivo que, según sus docentes, es una de las demandas con las que llegan los y las estudiantes al taller y que hace varios años se lleva adelante.
«En mayo, la organización Radios Libres empezó a difundir la convocatoria a un curso virtual sobre radio online y ahí entonces encontré la oportunidad de poner en juego un interés personal y aproveché la generosidad de esta organización de compartir los saberes –cuenta Lea Lvovich–. Para cumplir las consignas del curso había que armar una radio entonces me tomé el tiempo de evaluar las opciones que se ofrecían y armé lo que llamé Una radio posible, que está instalada en el blog de nuestro taller. Mientras no estamos al aire, ahí se pueden escuchar trabajos prácticos de nuestros estudiantes».
Lea destacó el compromiso y la valentía: «La emisión podía salir de la compu de alguna de las profesoras pero yo preferí apostar todo a la independencia de les estudiantes y que sean elles quienes pongan al aire a sus compañeras y compañeros. Encima con la enorme alegría de que la primera operadora fue una chica, Luisina Colja. La semana siguiente Luciano Mardón y por último, Nelson Ibañez. Los tres se pusieron al hombro semejante responsabilidad y lo hicieron realmente bien. Todas y todos les estudiantes hicieron un trabajo excelente. El armado de la artística, la organización previa. Todo fue un trabajo colectivo realmente muy, muy bueno. Al finalizar la primera emisión estábamos todos realmente muy emocionados, porque fue… –y se detiene a buscar el adjetivo– fue maravilloso, intenso, reconfortante. Valió la pena».
Después de cada uno de los programas, el grupo se reencontró en otra sala de conferencia a charlar sobre la experiencia. En el aire de los tres viernes hubo emoción, un poco de nervios, algún perrito de vecino al aire, algún problema sorteado casi profesionalmente. Recuerdos, imágenes auditivas, empatía, identificación: todo eso que permite la radio.
«Fue una de las experiencias más lindas de este año –remata Ariel–. Siempre decimos que nuestra forma de trabajo en el taller se vincula con esa vieja idea de Paulo Freire de la educación como práctica colectiva, donde estudiantes y docentes aprendemos juntos. Y en este caso se produjo esa sinergia. La respuesta y el compromiso de los estudiantes fue sorprendente y hasta conmovedora. Y el hecho de que muchas personas conocidas, familiares y amigos pudieran escuchar las producciones en vivo, fue una linda travesura, un gran aprendizaje y un recuerdo que quedará en el corazón de todos, como algo positivo en medio de este año complicado por la pandemia».