La promoción 1968 de Ciencias de la Educación de nuestra casa de estudios celebró sus 50 años de egreso con un emotivo acto que contó con la participación de gran parte de sus graduadas y graduados y de los profesores José Carlos Chiaramonte, Solidario Romero y Rubén Vasconi, además de las autoridades y comunidad académica de la FCEDU. Rescatamos a través del audio de sus exposiciones, relatos y sentires de aquella época, así como del presente.
A partir de la iniciativa de los graduados Alberto Mayor y Germán Cantero –quien es también docente de nuestra casa de estudios–, se celebró por primera vez en la FCEDU un aniversario de egreso, en este caso, de la promoción 1964-1968 de la carrera de Ciencias de la Educación.
«Es un orgullo y un honor poder estar viviendo este momento. No ha sido típico en nuestra Facultad y de ahora en más sería importante que lo institucionalicemos. Cumplir cincuenta años de egresados es realmente una evidencia de trayectoria, de compromiso. Tenemos hoy el orgullo de contar con esta presencia, no sólo de los egresados sino de tres de los profesores emblemáticos de aquella promoción», expresó la decana Gabriela Bergomás, en la apertura del acto, que resultó también un homenaje a aquella generación.
«Digo emblemáticos porque este año no sólo estamos festejando los 100 años de la Reforma, sino los 50 años del Mayo Francés –continuó Bergomás–. Tenemos mucho marco para poder situarnos, reflexionar y sobre todo valorar la presencia ineludible de la Universidad pública en los desarrollos y devenires históricos. Es importante hacer esta reflexión en el marco de los graves acontecimientos que estamos viviendo, el embate que desde las políticas nacionales se está haciendo a la Universidad pública», señaló, recordando además que nuestra Facultad está cumpliendo 98 años desde su creación en el seno de la Universidad Nacional del Litoral y que ha transitado una historia que la hizo referente, articulada con los grandes acontecimientos educativos y silenciada durante la dictadura.
Alberto Mayor, visiblemente emocionado, fue el encargado de dar la bienvenida a las y los egresados de un grupo de 28 estudiantes que cursaron y estudiaron juntos durante los cinco años de carrera, una particularidad de aquella promoción que Mayor resaltó especialmente. Estuvieron presentes: Liliana Alcain, Germán Cantero, Dora Carraza, Julio Kramer, Silvia Gamarci, Gabriela García, Nora Elena, Graciela Melijovich, Silvia Orcasitas, Dora Rebechi, Liliana Sarli y Alberto Mayor.
Acompañaron, además, las docentes Yolanda Darrieux, Susana Celman, Mabel de Embón y Susana Lamboglia.
Las memorias de los 60
«Cuando nos reunimos espontáneamente para organizar este encuentro se nos vino a la memoria, inmediatamente, la figura del decano de aquel momento, el profesor Ramón Caropresi«, comentó Alberto Mayor al tiempo que se desató enseguida un aplauso de reconocimiento. «Hubiera sido un placer muy grande que nos acompañara. Fue nuestro decano hasta agosto de 1966, cuando presentó su renuncia tras el golpe militar que interrumpió la autonomía universitaria, hecho que se vivió como un duelo. El profesor Caropresi fue un trabajador incasable por la Universidad pública. Era un idealista, nos ayudó a pensar en nuevos horizontes», destacó.
«Nos planteamos como objetivo de este encuentro recuperar la memoria utópica de los 60, en el marco de los acontecimientos que se sucedieron en esa llamada edad de oro de la Universidad pública, cuya política académica y cultural estuvo signada por el legado reformista y que albergó el activismo de los movimientos estudiantiles y un plantel de profesores orientado por la búsqueda de un mayor compromiso social«, plantearon las y los egresados, a través de la presentación a cargo de Alberto Mayor.
Mayor comentó, además, que cuando comenzaron a hurgar en la memoria se vinieron los nombres de muchos profesores y que en un acuerdo unánime eligieron convocar para el encuentro recordatorio a José Carlos Chiaramonte, Solidario Romero y Rubén Vasconi, «tres profesores que para nosotros fueron emblemáticos, referentes de tres campos disciplinarios que dieron legitimidad a nuestra formación pedagógica: el histórico-político-sociocultural, el de psicología y pedagogía y el del campo filosófico».
Profesores invitados y homenajeados
José Carlos Chiaramonte
Ejerció la cátedra universitaria de grado y posgrado desde el 57 al 75 en la Universidad Nacional del Litoral. En nuestra Facultad fue docente en las cátedras «Historia de la cultura» y «Sociología argentina». Actualmente, se desempeña como investigador del CONICET en la línea «Fundamentos intelectuales y políticos de la independencia iberoamericana: la Ilustración en Iberoamérica». Doctor Honoris Causa en cinco Universidades Nacionales. Autor de diversos libros y publicaciones especializadas.
«Nos acompañó, junto a otros profesores, en las manifestaciones de repudio y resistencia al golpe del 66. Nos ayudó a analizar sus consecuencias, definir estrategias comunes entre los profesores y las agrupaciones estudiantiles, como el ateneo universitario y el centro reformista. Eso ha sido un motivo más para definir que era un referente que debíamos invitar», aseguró Alberto Mayor al presentarlo.
Rubén Vasconi
El Dr. Vasconi fue docente de la cátedra «Introducción a la Filosofía», de 1er año de la carrera de Ciencias de la Educación desde 1956 hasta 1972. «Lo puedo ver claramente entre los bancos de la clase como el caminante fiel de sus reflexiones filosóficas. Y en ese movimiento entendimos que circulaba la compresión filosófica, en lo que tiene de conceptual que no se reduce a sí mismo: actúa también en las cosas y en los otros, nos inspira nuevos modos de pensar, de ver, de escuchar y nuevos afectos, que constituyen la comprensión no filosófica de la propia filosofía. Así lo veo también en el gesto singular de elevar su dedo índice como buscando apuntar ese otro lugar inhabitado del pensamiento para iniciarnos en la aventura existencial del saber. Nos abrió de esta forma un camino para el sabor y el amor que empezamos a sentir en ese nuevo viaje, a través suyo, profesor Vasconi», expresó Silvia Gamarci para presentarlo.
Solidario Romero
Germán Cantero fue el encargado de presentar «a un profesor y un amigo, que cuando ambos éramos muy jóvenes -él un poquito mayor que yo-, fue mi referente para tomar decisiones fundamentales en mi vida, en tiempos turbulentos. Y eso se agradece siempre. Él y su compañera, Susana Celman, con la que compartí 25 años de investigación, han sido de esas personas que nos hacen más grata, cálida y rica la vida».
En cuanto a la vida académica de Solidario Romero, se resalta su participación dentro de la Universidad Nacional de Entre Ríos y del Litoral a través de 46 años de actividad. Entre 1963 y 1966 fue Director del Instituto de Psicopedagogía, «uno de los institutos que inició orgánicamente la función de investigación en esta casa», resaltó Cantero. Con el retorno a la democracia, asumió por concurso el cargo de Director del Departamento de Pedagogía Universitaria. La promoción 1968 lo valoró, junto al Prof. Mario Garo, como su profesor de «Psicología y Pedagogía del aprendizaje» y de «Psicopedagogía».
«Él dice que ha finalizado en el 2017 su trayectoria académica en esta Universidad, pero yo desearía que nos deje una puerta abierta para seguirla pensando, precisamente, en estos tiempos. Si Diógenes volviera a la vida desde aquella Atenas andaría buscando por este país y por esta Paraná a un hombre, un hombre honesto y yo diría también un sabio. Lo tenemos en la misma cuadra de esta Universidad y de esta Facultad», agregó el profesor Cantero.
«Quiero felicitar a quienes en aquella época eligieron la profesión de educadores. Ser educador es una decisión ética, una manera de estar en el mundo, una tarea de crecimiento evolutivo propio y de los demás», remarcó el profesor Solidario Romero para empezar. «De esa década de los años 60 nos acordamos de hechos como la noche de los bastones largos en 1966, cuando el golpe de Onganía desinstitucionalizó la Universidad pública y provocó una enorme dispersión de docentes e investigadores. También del mayo francés, el cordobazo, el rosariazo. La cohorte de ustedes vivió tiempos muy movidos que los obligaron a impregnarse de realidad social, además de tener que aprender los contenidos académicos. Pero cuando intenté escribir estas notas, el presente me atrapó mucho más que los recuerdos», señaló.