A partir de una convocatoria de la SPU, el Área Gráfica del Centro de Producción en Comunicación y Educación de la FCEDU participó del desarrollo de un libro-objeto titulado «Recuperar el cuerpo», destinado al trabajo en los últimos años de educación primaria | Asimismo, en conjunto con la cátedra Sociología de la Educación, se produjo un libro-objeto dedicado al legado de la Prof. Nina Landreani | Ambos fueron presentados este año en distintas instancias | La Mg. Regina Kuchen, coordinadora del Área, comentó detalles de las experiencias.
En el marco del Encuentro Nacional de Carreras de Comunicación llevado a cabo este año en nuestra casa de estudios, se presentó al público «Recuperar el cuerpo», libro-objeto impulsado por un equipo del que participaron Fortunato Gallizi, Lucrecia Grubert, María Florencia Hernández Ros y Regina Kuchen, como integrantes del Área Gráfica; Gito Petersen como artista plástico; Lea Lvovich y Erika Bidal, desde la Agencia Radiofónica de Comunicación; y Cira Monge, Sofía Guesner, María Clara Sidler e Ingrid Grau, como estudiantes y docentes independientes.
La Mg. Regina Kuchen comentó que el proyecto surgió a partir de una convocatoria de la Secretaría de Políticas Universitarias del 2015, llamada Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo. Tras ganar la convocatoria, trabajaron en la propuesta durante 2016 y hasta mediados del 2017.
El principal motor de la iniciativa fue que «en los primeros años de la escuela primaria hay todo un reconocimiento del cuerpo, actividades que tienen que mucho que ver con la sensibilidad y los sentidos, pero conforme va avanzando la educación primaria, secundaria y universitaria, los conocimientos válidos son los más abstractos y el sujeto pasa a ser una cabeza cada vez más escindida de su cuerpo», destacó Kuchen.
El equipo se propuso trabajar un producto destinado, entonces, a alumnos de sexto y séptimo grado «que justamente los convoque desde los diferentes sentidos. Para ésto, le incorporamos generación de movimientos, códigos QR para poder habilitar en el libro el sonido y le incorporamos también algunas cuestiones de realidad aumentada».
La elaboración del libro-objeto como tal es artesanal, pero las nuevas tecnologías son muy importantes en su concepción porque se propone que los alumnos dispongan de un celular al momento de acceder al libro «para poder recuperar la información, principalmente, la auditiva que aparece en los códigos QR y la de realidad aumentada«.
Regina Kuchen señaló, además, que «nos parecía interesante que el libro estuviera en el centro y los chicos haciendo cosas simultáneas». Ello planteó una doble complejidad, por un lado, por las dimensiones con las que se tuvo que trabajar y, además, por la propuesta de diversas actividades que impliquen a cada sentido.
El libro plantea como historia el supuesto de que está hechizado y, para deshechizarlo, hay que atravesar distintas pruebas que tienen que ver con los sentidos. De este modo, «está compuesto por cuatro escenas y en cada una de ellas se pueden hacer diferentes acciones».
En cuanto a la experiencia, Kuchen resaltó que fue muy interesante en todo el proceso; que planteó una decisión desde el Área Gráfica de tomar el espacio para innovar, experimentar con materiales y trabajar en formatos no tradicionales –como luego se dio para el desarrollo del libro-objeto de Nina Landreani– y que es una apuesta fuerte a continuar.
Tras la presentación en el marco del ENACOM, el libro-objeto entró en una etapa de ajuste y «el año que viene planeamos presentarnos a alguna convocatoria de extensión para hacerlo circular».
El legado de Nina Landreani y sus formas
De este modo, se trabajó en conjunto a partir de un Proyecto de Innovación Pedagógica e Incentivo a la Docencia. «Ellos tenían idea de hacer un folleto, pero como nosotros veníamos con toda la impronta del libro-objeto propusimos hacer un objeto bonito que la gente no tuviera ganas de tirar. Entonces, se jugó con la forma circular, con que no fuera lineal, que tuviera múltiples accesos», observó Kuchen.