Tras la iniciativa presentada por el equipo de cátedra de «Investigación en Comunicación», y la aprobación unánime del Consejo Directivo, el miércoles 16 de noviembre se descubrió una placa en homenaje al Prof. Sergio Caletti, que da su nombre al Aula E5, en el edificio de Buenos Aires 389 | Repasamos el emotivo acto que reunió a docentes, estudiantes, autoridades, personal de la Facultad y contó con la presencia de su hija, Bárbara Caletti
La Facultad de Ciencias de la Educación rindió homenaje a uno de los docentes que, con su compromiso, contribuyeron a la formación y consolidación del campo de la Comunicación en Argentina y, más particularmente, en nuestra casa de estudios. Sergio Caletti fue vicedecano, consejero directivo, investigador y, durante más de dos décadas, titular de la cátedra «Investigación en Comunicación» de la Licenciatura en Comunicación Social de la FCEDU-UNER. Sus compañeros de cátedra lo recordaban tras su partida como «un director de orquesta» que dejó sus instrumentos.
Por la iniciativa presentada por el equipo al Consejo Directivo, y aprobada allí por unanimidad, se resolvió descubrir una placa que da su nombre a una de las aulas del tercer piso del edificio de Buenos Aires 389: la E5. En el acto de descubrimiento, realizado el pasado miércoles 16 de noviembre, a un año de su fallecimiento, la decana Mg. Gabriela Bergomás dio el recibimiento a los presentes. Siguió a su turno la lectura de una carta enviada por la Prof. Alicia Entel, que leyó la Prof. Gabriela Álvarez, emocionada.
Entel, titular de las cátedras «Comunicación y Cultura» y «Comunicación y Conocimiento» de Comunicación Social, amiga de Caletti y también compañera suya en la Universidad de Buenos Aires, recordó en su carta «la imagen de cuando hicimos lo mismo a Patricia Terrero en la UBA, hace añares» en el aula 210, donde estaban Margarita Graziano, Nicolás Casullo; «toda gente amiga entrañable que ya no está, a la que se sumó en estos días Ana (Amado), la Turca, como le decías vos. Una generación diezmada joven y también desgranada antes de tiempo». Reconoció, unos renglones después: «no eras adepto a homenajes ni apariciones mediáticas, pero sí de sumarte al debate, la controversia, el espacio de pensamiento. Reunías con especial conjunción los mandatos filosóficos de Oberdán (su padre) y una especial sensibilidad para cumplir el rol social de antagonista y crítico, y a la vez comprender sin prejuicios iluministas al peronismo, sus pasiones, o a la cuestión nacional. ¡Cómo hubiéramos debatido hoy al calor del fascismo global y la fragmentación del campo popular!», lamentó Entel, pues «no se pudo». «Lo que sí se podrá, imagino, es que, además del bronce memorioso, crezcan y se expandan debates de inspiración calettiana, tanto institucionalizados como libres, que no se afloje con el sentido crítico como constitutivo del ser humano, que, en definitiva, lo hace más humano. De esta manera, me parece, se continuará tu legado profundo más allá del sin duda emotivo acontecimiento presente». Y se despidió: «Amigo del alma, estás aquí entre nosotros. Hasta la victoria siempre!!!».
Siguieron a la lectura de la carta las palabras del Prof. Sebastián Rigotti, integrante del equipo de cátedra de «Investigación…», que reconoció a Caletti como su maestro. Citó un fragmento de uno de sus textos para mencionar ese particular y «viejo amor por la disconformidad” que hacían al carácter del docente. Rigotti reconoció, en una charla posterior, que «el homenaje a Sergio hace justicia a su paso por nuestra Facultad, en la que intervino desde distintas posiciones durante un cuarto de siglo. Y digo que es justo porque es/fue uno de los últimos y grandes maestros que han dejado su huella en muchos de nosotros». En el plano personal, destacó la oportunidad de compartir junto a él doce años en la cátedra «lo que me permitió ser testigo directo de su compromiso con el conocimiento y por comunicarlo».
Para terminar, la decana aprovechó la presencia de Bárbara Caletti para resaltar y volver a agradecer su gesto al donar a la Facultad la biblioteca personal del profesor, conformada por más de 3000 títulos que estarán disponibles en la Biblioteca «Prof. Nélida Landreani». Bárbara comentó que confió en el compromiso de su padre, como en el de su abuelo, con las universidades públicas del interior del país. Y mencionó, conmovida, la fantasía de aquél de vivir en Paraná, luego de jubilado.
Finalmente, se invitó a la Prof. Carina Muñoz, quien también fuera compañera de la cátedra de «Investigación en Comunicación» durante muchos años, a participar del descubrimiento de la placa y, tras el emotivo reconocimiento de un largo aplauso, se procedió a abrir las puertas del –ahora– Aula «Prof. Sergio Caletti».