María Emilia Suárez es oriunda de la ciudad de Rafaela, Santa Fe, y es graduada de la Licenciatura en Comunicación Social de la FCEDU | Su perfil académico estuvo marcado por la cátedra Arte y Cultura de Masas y, a partir de allí, su tema de tesis y, después, el deseo de seguir estudiando en la Maestría en Estudios Culturales de la UNR | Actualmente, se desempeña como docente y también como responsable de comunicación interna en una empresa | Su relato, en primera persona.
Llegó a Paraná desde Rafaela y se encontró con una ciudad un poco más grande, pero, afortunadamente, con «gente que estaba en la misma situación que yo». Por si fuera poco, su hermana estudiaba Ciencias de la Educación, así que durante los años de carrera, «mi casa de estudiante fue atravesada por la comunicación y la educación. La Facultad representó un gran lugar de aprendizaje en muchos sentidos», cuenta.
Cuando le preguntan por las personas o las experiencias que más la marcaron, nombra para empezar a Víctor Lenarduzzi: «Fue un maestro dentro de la Facultad y sigue siéndolo hoy. Es mi mentor académico y además nos hemos hecho muy amigos». También aparece Alicia Entel, «otra de las personas que fue marcando un pedazo de recorrido que hice. Por eso también la Maestría que elegí hacer en Estudios Culturales». Lea Lvovich, como directora de su práctica curricular, la «ayudó a descubrir un mundo extraordinario, que es el mundo radial, orientado en ese caso a la educación especial». María Rosa Felquer «fue también una gran acompañante» y con «Claudia Laudano empezaron mis primeros pasos en los estudios de género. Después fue mi amiga María Laura Gutierrez quien me siguió acompañando».
Al terminar la Tecnicatura –el título intermedio de la carrera–, trabajó en distintas entidades educativas, dando clases en materias como Lengua y Literatura y Talleres de Radio y de Comunicación. En paralelo, comenzó a formar parte de la cátedra «Arte y Cultura de Masas» a cargo de Víctor Lenarduzzi. «Fue a partir de esa experiencia que decido mi tema de tesis», señala Emilia. Víctor fue su director, y la tesis se centró en las prácticas culturales y procesos de identificación en los iconos pop contemporáneos, a partir del análisis del fenómeno Madonna.
Tras graduarse, volvió a Rafaela. Sin embargo, «sigo conectada con mucha gente de la Facultad, las chicas que están en la foto son mis compañeras y han devenido en amigas: está Ivana Herrlein, María Laura Gutierrez, Victoria Valmarrosa, Emilia Carrieres y Emiliana Olguín. Sigo conectada también con Román Mayorá que fue mi compañero en la cátedra de Víctor».
Y si se trata de reconocer la compañía de personas importantes durante los años de carrera en Paraná, Emilia no se olvida de sus tíos postizos, los tíos de Victoria, «a quienes también les debo muchísimo».»También encontré una madre y una hermana adoptiva», confiesa.
Las primeras experiencias profesionales
En el año 2012 trabajó como proveedora de la Municipalidad de Rafaela, donde administró las redes sociales y fue responsable de los contenidos de la página web del organismo. También estuvo a cargo de dos materias en las carreras Lic. en Comunicación Social y Lic. en Comunicación Visual de la UCSE – DAR (Universidad Católica de Santiago del Estero – Departamento Académico Rafaela). Durante esos años, cursó la Maestría en Estudios Culturales en la ciudad de Rosario: «Otra experiencia transformadora –remarca–. Ya no éramos todos comunicadores sino que había gente de lo más diversa, en cuanto a profesiones. Fue como un mosaico de todos colores».
Su trabajo en el municipio local «fue un salto muy importante al campo profesional de la comunicación: fue encontrarme con muchas herramientas teóricas que tenía pero que tuve que resignificar. Me tuve que poner a estudiar: mucho curso por internet y en Buenos Aires, mucha conexión con gente que estaba haciendo más o menos lo mismo. Fue en 2010, 2011, parece poco tiempo pero es un montón en el campo de la comunicación digital», asegura.
En ese sentido, los campos de la Comunicación Institucional, Comunicación Interna y Comunicación Digital «recién estaban emergiendo en la facu» y «tuve que hacer un camino de autodidacta; de ir aprendiendo en el hacer y en conjunto con los compañeros de trabajo que me tocaron». «Al administrar la página web del municipio local, tuve mi primer roce con la comunicación institucional. No sé si fue tan buscado ese camino de trabajar en el campo, sino que fue un devenir de un trabajo que me habían ofrecido de un trabajo de comunicación digital», comenta.
A pesar de que su perfil también es como un mosaico de todos colores, Emilia insiste en destacar que «nunca me desvinculé de la actividad de docente. No sé si me gusta decir docente porque no tengo el título de docente, pero sí es algo que me gusta mucho, que me conecta con un lugar muy especial para mí, que tiene que ver con la construcción del conocimiento en comunidad, en sororidad con todos los grupos con los cuales me fui cruzando».
Trabajar en el ámbito público y en el privado
Actualmente, trabaja en una empresa de Rafaela, con más de 500 empleados, que tiene sucursales en todo el país y en Uruguay. Se desempeña desde hace 5 años allí, como responsable de Comunicación Interna, a cargo de proyectos orientados a comunicación institucional. Además, «doy clases sobre temas de comunicación en ITEC – Instituto Tecnológico Rafaela y en la UNRaf – Universidad Nacional de Rafaela».
«Destaco esta cuestión de trabajar en el ámbito publico y privado, cada uno con sus lógicas. A mí me encanta trabajar en los dos, he aprendido cosas bien diversas de un lugar y de otro», señala Emilia.
La empresa en la que trabaja «marca tendencia en un montón de cuestiones, no sólo en la ciudad sino a nivel regional. La planta industrial es la más moderna en América Latina. Es una empresa grande, somos mas de 500 empleados. Realmente en este trabajo tuve que especializarme muchísimo, profesionalizar aún mas esta vertiente de la comunicación interna», «una vertiente de la comunicación que esta en pleno proceso de crecimiento», asegura.
En ese sentido, Emilia cuenta que empezó a formar parte de la Asociación Argentina de Comunicación Interna y que ha aprendido mucho de referentes como Joan Costa, que «es un gran padre de la comunicación interna», pero también de otros contemporáneos, como Alejandro Formanchuk: «Hacen del campo un espacio más profesional, del cual aprendemos –señala–. Tengo un grupo de colegas que se ha hecho a partir de los congresos de comunicación interna, que trabajan en empresas grandes de Buenos Aires, Córdoba, el sur de la Argentina. Estamos contactados y vamos compartiendo experiencias».
También forma parte del Comité de Responsabilidad Social Empresarial, a cargo de la comunicación de ese programa.
Como si fuera poco, Emilia agrega que está a punto de terminar un instructorado de Yoga y que está integrando un taller colectivo de lecturas y cuentos.