En primera persona: Jésica Sokolovsky

Publicado el: 24 septiembre, 2019 Última actualización: agosto 5, 2024

Su carrera como Profesora en Ciencias de la Educación graduada de la FCEDU estuvo marcada por la docencia y una mudanza a San Martín de los Andes | Además de recordar las experiencias y las enseñanzas de personas que la marcaron durante su paso por la Facultad, contó las particularidades del sistema educativo neuquino y los proyectos que se encuentra abordando | Su relato, en primera persona.

 

 

Jésica Sokolovsky egresó de Profesora en Ciencias de la Educación de la FCEDU en abril de 2016. Trabajó en dos escuelas secundarias de Valle María, un municipio ubicado a unos 35 kilómetros de la capital entrerriana. Allí se desempeñó en los espacios de Psicología, Formación Ética y Ciudadana, Filosofía, Tutorías, TIC y Prácticas Educativas. También, en Didáctica General en 1er año del Profesorado en Educación Especial con Orientación en Discapacidad Intelectual en el ISFD de Cerrito.

«Ya daba clases antes de estar recibida, por lo que una vez recibida cambió mi situación de revista y me animé a concursar en el nivel superior. El trabajo en secundario fue riquísimo, participamos con adolescentes de Olimpíadas de Filosofía, del Parlamento Juvenil del Mercosur. Construimos hermosos proyectos de aprendizaje», relata. Desde Prácticas Educativas, acompañó a adolescentes y jóvenes a pensar su proyecto de futuro, «por lo que se hizo un trabajo muy intenso en cuanto a la orientación vocacional y ocupacional».

 

Paso por la FCEDU

«Mis experiencias más significativas tienen que ver con dos espacios, para mi muy importantes: el Taller de Psicopedagogía y Didáctica IV. El modo de trabajo, el abordaje de los textos, el aprender a hacerles preguntas, pensar en una propuesta de secuencia didáctica bien argumentada como trabajo final, ha sido clave en mi formación. En el Taller, en ese momento, estaban Mabel Pipkin, Amanda Blaser y Fabiana Viña», recuerda Jésica.

Con otros compañeros colaboraron en el Congreso de Lectura y Escritura como organizadores y allí «aprendí un montón desde ese otro lugar. Después las docentes me invitaron a formar parte de la cátedra como ayudante alumna junto con Puchi Monzón. ¡Qué orgullo sentí! Estuve aprendiendo, compartiendo, haciendo experiencia. Sin embargo, no pude concursar para ese espacio porque el horario de cursada me coincidía con el de Didáctica».

Jésica cuenta que lo más difícil fue confiar en sí misma en la experiencia de enseñanza en el Nivel Superior/Universitario: «Después de idas y venidas, volví a cursar la materia después de un tiempo, renovada, dispuesta a dar lo mejor de mí, porque quería (y quiero) ser una buena docente. ¡Cómo lo disfruté! Melita [María Amelia Migueles] fue una docente que dejó huellas, que me dio la oportunidad de volver a intentarlo, exigente, incansable con respecto a su propia formación, investigadora, comprometida con la enseñanza, el aprendizaje, el conocimiento», destaca.

Entre las experiencias y los recuerdos aparece una docente que «hizo que confiara en mí, a través de conversaciones amorosas, de tender la mano, de estar. Una persona que admiro y quiero mucho, Bárbara Correa». Jésica sostiene sin dudar que su «caminar la universidad no hubiera sido lo mismo» sin ella.

 

El sur como experiencia de trabajo

En el 2018 se mudó a San Martín de los Andes, provincia de Neuquén, con su marido,  también egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Educación de la FCEDU. «Fue como empezar de nuevo, otra dinámica, trabas burocráticas, otras maneras de trabajo. No me he desempeñado hasta el momento en el Nivel Medio, pero sí estoy trabajando en el Nivel Superior, en Profesorado de Enseñanza Primaria y en el Profesorado de Nivel Medio en Biología», cuenta Jésica.

 

El sistema educativo en Neuquén tiene la particularidad de que la provincia no se adhirió a la Ley Federal de Educación y no se han realizado cambios. Además, la carga horaria se divide en horas de clases frente a estudiantes, horas de articulación con la práctica y de observación, dos horas de articulación –»nos reunimos una vez por semana con los docentes de cada año a articular nuestro trabajo», cuenta– y las restantes son para Investigación y/o Extensión.

En en este sentido, Jésica comenta que está trabajando en dos Proyectos de Extensión y uno de Investigación: «La conquista de los Institutos Superiores de Formación Docente de la provincia de Neuquén en relación con la posibilidad de que las horas cátedra de los docentes no sean exclusivamente “frente a estudiantes”, propone un escenario que jerarquiza la figura de el/la profesor/a del Nivel Superior. La posibilidad de disponer de horas de Investigación y Extensión, para desarrollar prácticas educativas que tiendan puentes hacia la comunidad, permite crear nuevos vínculos que complejizan y enriquecen la tarea pedagógica», remarca.

 

Enseñanza diversificada

En uno de los equipos de extensión, cuenta la docente que abordan «nuevas herramientas para una enseñanza diversificada en el nivel primario. Aquí, intentamos promover el trabajo colaborativo con los docentes de educación primaria en la profundización de las estrategias didácticas diversificadas para el nivel y para que no hablemos más de “aulas heterogéneas” sino simplemente de “aulas”, asumiéndolas en toda su complejidad y más allá de la inclusión de personas en situación de discapacidad. En lugar de caracterizarlas como un problema, debería ser en realidad una oportunidad para enriquecer nuestra tarea cotidiana».

De este modo, enseñar en un aula heterogénea difiere de lo que se entiende por “enseñanza individualizada”; según Jésica Sokolovsky «la enseñanza diferenciada ofrece varios caminos hacia el aprendizaje, pero no presupone un nivel separado para cada alumno o alumna. Tampoco se trata de una estrategia para la inclusión de niños y niñas en situación de discapacidad y con “problemas” de aprendizaje. Implica agrupamientos flexibles en función de perfiles de aprendizaje, aptitudes, intereses; también proponer estrategias diversificando contenidos, procesos, productos; reorganizar el espacio aúlico en función de estas necesidades; partir de un contrato pedagógico, donde nuestros/as alumnos/as se sientan parte como autogestores/as de sus propios aprendizajes».

 

Producción general: Belén Cacik
En primera persona: Jésica Sokolovsky
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