Hernán Monzón, en primera persona

Publicado el: 18 agosto, 2021 Última actualización: septiembre 23, 2024

Es Profesor en Ciencias de la Educación por la FCEDU y cursa, actualmente, una Maestría en Gestión y Asesoramiento Pedagógico de las Instituciones Educativas (UNR) que aporta a sus tareas como rector del Instituto de Educación Superior “República de Entre Ríos” de María Grande y a su trayectoria, marcada fundamentalmente por la docencia, el asesoramiento pedagógico y las tareas de gestión.

 

Mariano Hernán Monzón es oriundo de El Pingo y “desde que me casé con Alicia, en 2008, resido en María Grande”. Dice que creció en una familia en la que sus padres “siempre entendieron que para cumplir mis sueños debía forjarlos a través del estudio, así que siempre tuve en claro que debía esforzarme y estudiar. Como en mi pueblo no había secundario en esa época, junto a 7 amigos de la primaria hicimos el secundario viajando todos los días 10 km en colectivo hasta María Grande”.

“Aunque mi certeza era ser docente, no tenía en claro en ese momento si las Ciencias de la Educación serían lo mío”, recuerda. Finalmente, en 1998 ingresó a la Facultad “con muchas dudas, incertidumbre, miedos, respecto a lo que me depararía la universidad y con una enorme responsabilidad familiar ya que siendo el menor de siete hermanos, sería el primero en cursar  una carrera de grado en la Universidad. También en esta decisión, influyó mucho que tengo tres hermanos docentes que sin duda también fueron forjando el docente que soy hoy”.

Recorrido en la Facultad

Junto a dos amigos de la secundaria, hoy comunicadores sociales, se mudaron a Paraná e empezaron “el recorrido de lo que significó estudiar y vivir lejos de los pagos”. Recuerda que ingresaron, en ese año, alrededor de cien estudiantes a Ciencias de la Educación y otros doscientos a Comunicación: “Teníamos clases ambas carreras en la Biblioteca Popular pues aún no estaba habilitado el nuevo edificio. Éramos una cantidad importante aunque luego en comisiones se achicaba el grupo. Empezamos a gestar vínculos con compañeros y amigos con los que hasta ahora nos comunicamos”.

Reconoce que su etapa de formación tuvo algunos altibajos, “en el sentido de que varias veces dudé si era lo que me gustaba, lo que quería para mi vida”. En cambio, en otros momentos, estuvo convencido firmemente.

“Recuerdo que por cuarto año, con mi compañera y amiga Carina Pérez Dib y otros compañeros, realizamos en el marco de Didáctica III, con las profes Liliana Petrucci y Carina Rattero, unos talleres sobre Paulo Freire en la Escuela Normal. Puedo decir que ésa fue la experiencia que marcó mi decisión de ser profe en Ciencias de la Educación“.

Hernán rememora la experiencia: “En ese momento estaba a cargo de las cátedras en la escuela el Prof. Claudio Vera, un tipazo y un excelente docente que nos ayudó e instó a llevar adelante con incertidumbre, pero con algunas certezas, los talleres freireanos. Una experiencia que marcó mi formación y te diría mi carrera, allí descubrí que amaría la tarea. Por eso siempre les digo a los estudiantes que ingresan a la formación docente que sean pacientes, que se dejen atrapar por la noble y hermosa tarea de enseñar, y que le den, como se dice popularmente, tiempo al tiempo para decirle que no a una carrera”.

En cuanto a los docentes de la Facultad que marcaron su trayecto, nombra a Nina Landreani, Susana Berger, Susana Celman, Norma Barbagelata, Ramón Caropressi, Andrés Borgetto, Gloria Tarulli, Melita Migueles “y tantos otros, ahora colegas, que siguen marcando camino en mi recorrido. Aunque suene un poco trillado, les debo gran parte de lo que soy como docente, como director”, advierte.

Primeras incursiones en la docencia

Tras graduarse en 2004, empezó a trabajar en la docencia en la escuela secundaria que recién se iniciaba en Pueblo Brugo y en la Escuela Agrotécnica N° 40, conocida como La Colmena, ubicada en la zona de Arroyo Burgos, a algunos kilómetros de El Pingo. “La verdad es que en esos momentos todo era nuevo para mí, pero algo que me marcó profesionalmente fue el trato que recibí de quienes hacía unos años habían sido mis profesores. Recuerdo largas conversaciones con algunos de ellos sobre el paso del tiempo y de cómo la vida nos llevó a cruzarnos nuevamente, desde otro lugar. Siempre sentí en ellos la calidez de colega dispuesto a dar una mano a aquel que recién se inicia. Esa creo que es la actitud que debemos tener frente al nuevo. Esa frase de pagar el derecho de piso por ser nuevo, no debería existir más, por el contario, creo fervientemente que la hospitalidad y la acogida al nuevo, al que empieza, al novato, debe venir acompañada de generosidad, de hospitalidad, de camaradería. Así me sentí yo desde mis primeras experiencias y en cada lugar que fui transitando“.

A través de su tarea como docente en espacios de tutorías, reconoce que la asesoría pedagógica “siempre ocupó un lugarcito muy importante en mi vida”. Después de las primeras experiencias ya mencionadas, llegó la oportunidad de trabajar en la –en ese momento– recientemente inaugurada escuela secundaria N° 53 “San Julián” de El Pingo, su pueblo natal. “Ser docente y asesor allí fue una de las experiencias más gratificantes que tuve ya que agregaba el condimento de que es la escuela secundaria de mi pueblo”.

“Antes de graduarme había recibido la propuesta de trabajar en el Profesorado de Educación Primaria en el por entonces Instituto María Grande D-34 de la ciudad de María Grande, desde donde fui desempeñándome no sólo en el nivel superior como docente sino también como director de estudios del secundario y rector del Nivel Superior. Esas experiencias fueron forjando las decisiones que fui adoptando laboralmente respecto a mi desarrollo profesional. Actualmente estoy cursando la Maestría en Gestión y Asesoramiento Pedagógico de las Instituciones Educativas de la Universidad Nacional de Rosario”.

 Mi trabajo el día de hoy

“Inicié mi carrera en el nivel Superior en el hoy Instituto Superior María Grande D-228 de María Grande donde además de docente fui coordinador de Práctica Docente y rector. Luego también trabajé en el Instituto de Educación Superior “Pbro. O. Bottegal” de Hasenkamp, allí fui secretario académico desde 2012 y luego rector. En el año 2016, habiéndose creado el cargo de secretario académico en Instituto de Educación Superior “República de Entre Ríos” de la ciudad de María Grande, concursé y ya me quedé. Desde el 2017 accedí al cargo de rector, donde me encuentro en la actualidad enormemente satisfecho y feliz por donde estoy”, sintetiza Hernán Monzón acerca de su trayectoria laboral.

Además, ha participado y trabajado en diferentes áreas y tareas en el ámbito del Consejo General de Educación, como capacitador en diferentes acciones formativas y Técnico Pedagógico de la Dirección de Educación Superior hasta el año 2020.

“En el año 2019 tuve la gran alegría de ganar una Beca Internacional para Formación Docente que estaba organizada por el Ministerio de Educación de la Nación, Fullbrigth y la Embajada de Estados Unidos. Viajé a la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos y fui uno de los 24 directivos de nuestro país allí. El ser el único representante de nuestra provincia fue un orgullo y una enorme alegría pero también responsabilidad –destaca–. Junto a otros 23 compañeros realizamos un recorrido sobre la gestión y la formación docente que propone la Universidad de California (UCLA), en algunos aspectos con problemáticas muy similares a las nuestras y en otros casos creo que nosotros hemos avanzado enormemente, principalmente en lo que hace al pensamiento crítico, reflexivo y transformador sobre la formación docente”.

Asimismo, durante este año inició con colegas un proceso de desarrollo de un postítulo docente. “Es así como después de un 2020 muy complejo por las condicionantes que nos deja la pandemia, este año nos deparó la grata alegría de poder llevar adelante una actualización académica que gestada desde el Instituto comenzaré a dirigir en el mes de agosto. Es así como cada año se van generando y abriendo nuevas puertas a desafíos que no sólo me interpelan desde los lugares que ocupo institucionalmente, sino que también me invitan a pensarme como parte responsable de la formación en la educación superior”, señala.

En síntesis, Hernán Monzón resalta para terminar: “Estoy convencido que la formación que nos brinda la Facultad es el inicio de un largo camino de formación y experiencias que sin dudas nos van marcando, van forjando lo que será nuestro granito de arena para que chicos y chicas puedan construir proyectos profesionales, personales y de vida”.

Producción general: Belén Cacik
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