La FCEDU – UNER considera que es fundamental construir una estrategia institucional que dé cuenta del posicionamiento de la Facultad ante las transformaciones que se han venido produciendo en las últimas décadas y a las que se suele referir desde la categoría de la Sociedad del Conocimiento.
Este objetivo construye un nuevo horizonte prospectivo en el que la Educación Virtual aparece como medio y oportunidad para construir una facultad que posibilite el acceso democrático al conocimiento, mediante propuestas de enseñanza de calidad, equitativas e igualitarias. Para lo cual, se hace imprescindible el diseño de nuevos ambientes educativos que ofrezcan los mejores apoyos y que incorporen diferentes medios para el aprendizaje de aquellos estudiantes que tienen la oportunidad de cursar en forma presencial las diferentes asignaturas, como así también para aquellos que no participan de clases en el sentido tradicional.
Tal como señala García Aretio (2007) se está atravesando un proceso de paso de la “educación a distancia” a una “educación sin distancia” y es en el marco de dicho proceso que emerge la Educación Virtual como modalidad capaz de potenciar prácticas educativas presenciales y no presenciales. Siguiendo a Tarasow (2014), ésta puede definirse como “un artefacto o dispositivo socio-técnico co–construido a través de un proceso que involucra actores humanos y no humanos, relaciones de poder, relaciones interinstitucionales, vínculos, trayectorias históricas y variaciones tecnológicas, entre otras.”
Dicho ésto, se hace imprescindible destacar las concepciones de enseñanza, aprendizaje y evaluación que orientan este modelo.
Concepciones del enseñar y el aprender
Esta propuesta pedagógica se fundamenta en una perspectiva constructiva y conectivista del proceso de aprendizaje y desde un enfoque crítico – dialógico de la enseñanza.
El constructivismo, sostiene que el conocimiento es una elaboración individual y social de los estudiantes, fundada en sus propias interacciones y representaciones del mundo, por lo que requiere de experiencias de aprendizaje significativas y colaborativas.
Por otro lado, Siemmens define el conectivismo como una teoría del aprendizaje emergente, para la era digital. Ésta considera que aprender es crear conexiones (redes) y desarrollar las capacidades necesarias para navegar en ellas y gestionarlas. En esta línea, Downes (2006) introduce la noción de “conocimiento conectivo”, esto es, un tipo de conocimiento que no está “localizado” en ningún sitio, y por tanto no puede ser “transferido” o “gestionado” por sí mismo, sino que solo es posible asirlo en la red de conexiones formada por la experiencia y la interacción con una comunidad que conoce” (Downes, 2006, pág. 1). Sostiene también, que el conocimiento se construye en espacios públicos y personales. Públicamente, el conocimiento se crea y configura gracias a la actividad combinada de muchos sujetos; y personalmente, cuando un sujeto construye significado mediante la experimentación que le permite encontrar conexiones por sí mismo.
Los enfoques crítico-dialógicos se centran en los procesos y la construcción colectiva de saberes. Éstos plantean la idea de crítica desde una doble dimensión: como desarrollo de la capacidad crítica frente a la realidad, por un lado y, acerca del conocimiento, por otro. Esta doble dimensión se refiere también al diálogo que se entabla entre los actores que comparten una experiencia de aprendizaje y con la realidad que atraviesa dicha experiencia. Así las cosas, el acto educativo se considera un diálogo crítico, en tanto habilita la posibilidad de transformación de los sujetos que lo protagonizan y de su entorno.
Para este enfoque, lo más relevante es el proceso de aprendizaje, por lo cual el diseño de la experiencia es tan importante como la selección de los contenidos. Considera que el modo en que se aprende es decisivo para el desarrollo de la propia capacidad de aprender y del espíritu crítico.
En este marco, la enseñanza es un proceso con una clara intencionalidad, que se define como una relación en la que un/os sujetos promueven el acceso de los estudiantes a un conjunto de saberes, habilidades y bienes culturales considerados valiosos en el marco de una propuesta curricular.
El docente, se convierte de este modo en un mediador capaz de promover, desencadenar y acompañar al aprendizaje; para lo cual diseñará y desarrollará estrategias de enseñanza que propicien la participación, el descubrimiento, la construcción de saberes y de vínculos entre los participantes.
En este sentido, el modelo propone que las estrategias de enseñanza habiliten experiencias de aprendizaje basadas en actividades. De este modo, se pone el acento en la centralidad del alumno (que aprende porque realiza dichas actividades cargadas de significación) y en el currículum, que aporta contenido.
Para garantizar esto, la planificación de dichas estrategias no puede realizarse en solitario, sino que es imprescindible un trabajo interdisciplinario del docente con especialistas en contenidos, pedagogos, diseñadores, comunicadores que intervienen en la elaboración de los materiales y en la organización de los procesos de enseñanza y aprendizaje. En este marco se reconfiguran las relaciones entre los actores institucionales y cobran nuevo sentido figuras como las del equipo de dirección de carrera, el Centro de Producción en Comunicación y Educación y el Área de Comunicación Institucional.
Acerca de las tecnologías
Otro aspecto clave de este modelo lo constituyen las tecnologías que se ponen en juego, no como un recurso más, sino como una herramienta que media para que el alumno construya saberes que no alcanzaría sin esa mediación. Éstas estimulan también el desarrollo del aprendizaje independiente y autónomo y, dado que posibilitan la colaboración, el trabajo en equipo. Mediante el aprendizaje colaborativo, los estudiantes tendrán a lo largo de su trayectoria de formación numerosas y diversas posibilidades de relacionarse y trabajar con los docentes y compañeros con los que comparte la experiencia de cursado.
Lo que las tecnologías permiten, es crear un escenario, un entorno pedagógico (Tarasow, 2014), que habilita “el desarrollo de los procesos de construcción de conocimientos a través de la interacción entre pares, las fuentes de información y el accionar del docente”. En este sentido, las tecnologías no vienen a reemplazar o emular las interacciones presenciales, sino que posibilitan nuevos y particulares modos de comunicarse y aprender y su utilización está fundamentada en razones pedagógicas.
Las diferentes propuestas educativas que se den en el marco de este modelo, se construirán a partir de la tensión y el diálogo entre propuestas pedagógicas y posibilidades técnicas y se irán construyendo nuevos territorios de aprendizaje a medida que los diferentes actores exploren, prueben y experimenten formas alternativas de enseñanza. Con lo cual las tecnologías instalan también el desafío de la innovación.
Procesos de enseñar y aprender
Las prácticas pedagógicas que se proponen para el desarrollo del curso utilizarán los recursos disponibles en Campus EduVirtual FCEDU-UNER y se potenciarán con las posibilidades que ofrecen las aplicaciones de la Web, las cuales se integrarán en una propuesta coherente. Están previstos:
a) Espacios de enseñanza
En este espacio se presentará la bibliografía sugerida para cada eje, los materiales y recursos, los casos para compartir y los ejes nodales de los contenidos de la asignatura.
Además, se prevé un espacio para sugerir nueva bibliografía y recursos que ayuden a responder interrogantes e inquietudes que se vayan planteando a lo largo del curso.
b) Espacios de creación colaborativa
Este espacio propondrá actividades de creación colectiva en el marco de una dinámica grupal que valore reflexiones y análisis conjuntos en la construcción colaborativa del conocimiento poniendo en juego variadas estrategias de comunicación.
Se propondrá un proceso de construcción de conocimiento en donde se establezca una continuidad entre el proceso individual y lo grupal en el aprendizaje. Considerando al grupo, no simplemente como lo que apoya el aprendizaje en las mentes individuales, sino como el contexto en el que se negocian diferentes perspectivas interpretativas y donde el conocimiento construido es resultado de las interacciones que se dan en él.
c) Espacios de producción y evaluación
En este espacio se propondrá la realización de producciones que integren las reflexiones personales y los intercambios entre los miembros de la carrera.
De la participación de autores y lectores que comparten intereses comunes y se reconocen a sí mismos como parte constitutiva de la narrativa que van creando, emergerá la red forjando un diálogo dinámico y una conversación que crecerá con la diseminación de nuevas ideas y la construcción de conocimiento.
d) Espacios de comunidad e intercambio
Este espacio reflejará la participación en los diferentes lugares propuestos en el curso y aquellos que los miembros vayan creando en el desarrollo de las actividades. Estará protagonizado por todos los participantes y tendrá lugar en foros, blogs personales y redes sociales. Amplificar el diálogo y enriquecer las interacciones dará lugar a nuevas construcciones.
El aprendizaje se ve potenciado en una comunidad con acceso ilimitado a abundante información y recursos que se comparten con otras personas con posibilidades de ser parte de comunidades de aprendizaje abiertas, reflexionar sobre el trabajo de otros, crear y experimentar, y construir conexiones en el contexto de lo que se aprende generando nuevas prácticas de lectura, escritura, búsqueda, pensamiento y aprendizaje que van evolucionando a la par.
e) Espacio de gestión académica
Este espacio establece la dinámica estructurante de la asignatura. Es el lugar desde el cual el docente establecerá tiempos y espacios determinados. La gestión de la forma y los contenidos de la enseñanza y el aprendizaje estarán propuestos en este sitio, el cual ofrecerá a la gestión académica de la facultad, al docente y a los estudiantes, el marco para el recorrido del espacio curricular.