Las memorias tejidas con la comunicación comunitaria

Publicado el: 23 marzo, 2018 Última actualización: mayo 24, 2024

En conmemoriación del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, compartimos una producción del Área de Comunicación Comunitaria que recorre, desde la reflexión en torno a las memorias y el trabajo realizado con la comunidad, la centralidad de esta noción en la construcción de la identidad y la ciudadanía.

 

Las memorias tejidas con la comunicación comunitaria

Por Irene Roquel, Mara Muscia y Patricia Fasano

 

En tiempos donde la memoria o las memorias -en plural, como las preferimos desde el Área de Comunicación Comunitaria (ACC)– recuperan un protagonismo imprescindible, una invitación nos propone compartir nuestra experiencia desde la línea de Memoria barrial, y reflexionar sobre la importancia de la comunicación comunitaria en los trabajos de y con memoria(s).

La premisa del trabajo del ACC en relación con las memorias se apoya en la reafirmación de la memoria como mecanismo sociocultural que fortalece los sentidos de pertenencia e identidad. Por consiguiente, apunta a la generación de instancias de reflexión, negociación y socialización de las memorias en sectores populares, reconociendo la multivocidad en relación al concepto de memoria y fundamentalmente a las diferentes vivencias en relación a ésta.
Cuando hablamos de comunicación comunitaria, hacemos referencia a una construcción de sentidos por lo general antihegemónica, que implica reconocimiento y visibilización de identidades culturales diversas y generalmente, por lo mismo, marginadas.

Trabajar con las memorias, desde esta perspectiva, aporta a la comprensión de dos de los ejes que vertebran los interrogantes y objetivos de la comunicación comunitaria: la convivencia (vivenciar con otros) y la participación. Y esto es así porque las memorias se juegan en la existencia concreta de las sociedades, de los grupos y de las personas, no como simple evocación de hechos sino como compromiso con nuestra vida hoy. Esto implica que pensemos las memorias como diálogo y acuerdo (nunca permanente, siempre en tensión). No se trata entonces de conservadurismo o de preservación de un pasado, sino de “actualización” a la luz de las urgencias del presente. Y, en ese proceso, lo que se actualizan son los vínculos y normas que nos conforman en nuestro habitar. Porque, al decir de Jelín (que cita a Koselleck), “el presente contiene y construye la experiencia pasada y las expectativas futuras” (2002:12). La misma autora sostiene también que la memoria tiene importancia en relación a la construcción y el fortalecimiento del sentido de pertenencia en las sociedades contemporáneas (caracterizadas por falta de raíces, “desarraigo” y cambios veloces) y, en momentos en que las identidades se ven en peligro ante la pretensión homogeneizadora del mercado global y la pérdida de marcos de interpretación, el trabajo con las memorias ayuda a reconstituir el sentido de continuidad que precisan los grupos para reconocerse como tales.

 

En los escenarios actuales, en los que toma relevancia política la manera en que nos “proyectamos”, esto es, la capacidad de generar una identidad con valores, compromisos y expectativas propias, el “hacer memoria” es una posibilidad genuina y coherente de lograr reconocimiento y visibilidad, al tiempo que puede constituirse como un aporte a la construcción de ciudadanía.

Línea de trabajo memoria barrial: Barrio Belgrano

Desde esta perspectiva, integrantes del ACC y del Departamento de la Mediana y Tercera Edad de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER llevamos adelante durante los años 2005 a 2009 el Proyecto de Extensión “Viejas Historias: Memoria Barrial y Tercera Edad”.

El grupo con el que desarrollamos las actividades estuvo conformado por mujeres adultas mayores, integrantes o ex integrantes de la Asociación Civil Club de Madres y Abuelas del Barrio Belgrano, entidad reconocida por su trayectoria como organización comunitaria en Paraná.

Los objetivos de nuestro proyecto fueron reconstruir la historia de un vecindario de pobreza urbana a partir de la memoria de un grupo de mujeres de la tercera edad, en tanto que primeras pobladoras del mismo, así como, revalorizar el protagonismo que estas mujeres -identificadas en el propio contexto comunitario como “las Abuelas”- tuvieron en el desarrollo de su comunidad barrial, favoreciendo su posicionamiento como portadoras de la palabra que traduce, pone en común, comun-ica, una memoria colectiva.

El trabajo en terreno y la producción final

A lo largo del proyecto se plantearon encuentros de taller donde las mujeres pudieron ir apropiándose del tiempo y espacio de recreación, re-memoración alrededor de sus relatos y experiencias, comunes y personales, a fin de construir otra historia de su barrio, desde sus propias miradas y voces, que reflejaron sus recorridos y transformaciones materiales y simbólicas.

“Por eso yo tengo esa imagen. Yo tengo una imagen que me duele mucho.
Cuando la gente dice ‘La Pasarela’… Sí, fue La Pasarela y es La Pasarela, porque tiene el puente, tiene todo…
Pero La Pasarela antes era una cosa, pero cuando nosotras vinimos ahí –y me doy el lujo de decirlo-, cuando nosotras vinimos ahí, todo se acabó.
Porque nosotras enseñamos muchas cosas acá, las ‘abuelas’. Muchas.
¡Dejamos todo! Dejamos los años, dejamos lo que hicimos a la gente, hicimos cosas para la gente…”
[Expresión de una de las mujeres]

El trabajo colectivo permitió la mutua estimulación de la palabra y la activación de la memoria personal a partir del intercambio fluido enmarcado en una situación relajada, de re-encuentro. Tal como expresa Halbwachs: “Toda memoria, incluso la individual, se gesta y se apoya en el pensamiento y la comunicación del grupo: cada uno está seguro de sus recuerdos porque los demás también los conocen…” (2002:2). La posibilidad de reconstruir un recuerdo está dada por la integridad y la unión grupal. “Hacer memoria” es, aquí, revalidar una relación grupal y un modo de relación que permite a su vez pensar en proyección.

Las expresiones vertidas por las mujeres en el marco de los encuentros se transformaron en los insumos para la elaboración de un libro, pieza comunicacional elegida por ellas para dejar como legado a sus familias, su barrio y su ciudad: “Un libro –dijera una-, porque queda más para el recuerdo”.

Luego de finalizada la etapa de los encuentros, el equipo extensionista seleccionó los fragmentos que pasarían a conformar la publicación. Con este material fuimos nuevamente al encuentro de las “abuelas” con quienes realizamos lecturas en grupo, compartiendo y discutiendo con ellas respecto de los contenidos a resaltar y otros a eliminar, e intercambiando sobre distintos puntos de vista en relación a lo que luego sería “Había un entonces… Memoria(s) de Barrio Belgrano” (Paraná, 2009).

Algunos sentidos del trabajo con las memorias

Las coordenadas que seguimos en las tramas de las memorias con las mujeres del Barrio Belgrano nos sirvieron como guías para aproximarnos –y aproximar a otros a través del libro- a historias del barrio que, a partir de las voces de sus protagonistas, nos cuentan una versión diferente de la oficial. Versiones que no intentan alcanzar parámetros de verosimilitud, ni sustentarse en hechos y fechas congruentes y comprobables, sino que pretenden reflejar los frutos de la memoria simbólica construida colectivamente, donde las personas, los espacios y los tiempos se superponen y hasta se contradicen, en la búsqueda de visibilidad de lo vivido, de la reconstrucción del entramado comunitario, y de su proyección.

La referencia a un pasado común permite construir sentimientos de autovaloración y confianza, tornándose fuente de seguridad ante el temor al olvido. Esto último se vuelve más claro en el caso de esta experiencia, protagonizada por un grupo de mujeres adultas mayores, tratando de “dejar algo” para las generaciones más jóvenes del barrio, siendo ese algo no tanto un producto “acabado” o “cerrado” como una apertura a seguir construyendo.

A partir del convencimiento de que la memoria cumple un rol fundamental en los procesos de conformación identitaria (en la actualidad construida más sobre lo diverso que sobre lo unívoco), creemos que cobra importancia el propiciar espacios en los que grupos socialmente marginados o postergados puedan reposicionarse como interlocutores, lograr el reconocimiento social de sus voces, de sus reclamos, e incluso de su presencia: “decir-nos” para poder decidir, “contar-nos” para poder “contar”, ser tenidos en cuenta, como sugiere Martín-Barbero (2001).

En síntesis, desde esta línea de trabajo de comunicación comunitaria y memoria barrial, sostenemos que es fundamental reconocer y revalorizar las experiencias históricas de participación y desarrollo de una comunidad, así como también producir y reforzar lazos de integración entre los diversos grupos que la integran. Mediante la exploración y la comunicación de las memorias creemos que es posible el des-cubrimiento de todo aquello que aparece como cotidiano, como acontecimiento natural de la vida diaria en comunidad, pero que cobra especial importancia al ser resignificado y tomado en cuenta en los relatos y en el ejercicio de la propia palabra en el marco de una construcción colectiva.

Claudia y las memorias

Claudia Medvescig (1973-2017) integraba el equipo de extensión de “Viejas Historias: Memoria Barrial y Tercera Edad”, como parte de su trabajo en el Área de Comunicación Comunitaria. Claudia era una cultora y una apasionada del trabajo con la Memoria y con las memorias… [Leer artículo completo]

 

Equipo de Extensión: Aurora Ruiu, Patricia Fasano, María Emilia Carrieres, Luciana Danielli, Claudia Medvescig, Mara Muscia, Valeria Olivetti, Irene Roquel, Liliana Barbagelata (colaboradora), Silvia Mayer (colaboradora)

Participantes del taller: Rosa Vera, Blanca Irma Gómez, Anita Elisa Villagra, Velia Elsa Villagra, Camila Jesús Cabral, Angélica Esther Garzón, Nicolasa Bordón.

 

Bibliografía

  • DANIELLI, L. y otras.”Tramas de barrio: contar para ser tenidas en cuenta” en Construyendo comunidades… Reflexiones actuales sobre comunicación comunitaria, La Crujía, Buenos Aires, 2009.
  • HALBWACHS, M. “Fragmentos de la Memoria Colectiva”, en Athenea Digital, Nº2. Barcelona:UAB, 2002.
  • JELIN E. “Las memorias en las calles y en la acción. Espacios de lucha por los derechos humanos”, en Memorias identidades e imaginarios sociales, Primeras Jornadas de Patrimonio Intangible. Buenos Aires, Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, 2002.
  • MARTÍN BARBERO, J. “Políticas culturales de nación en tiempos de globalización”, en Revista Números, Nº 31, Bogotá, 2001.

 

 

Imágenes pertenecientes Proyecto de Extensión “Viejas Historias: Memoria Barrial y Tercera Edad, gentileza del Área de Comunicación Comunitaria

Las memorias tejidas con la comunicación comunitaria
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