Mariana Dalinger egresó como Profesora en Ciencias de la Educación de la FCEDU en el 2003 | Es oriunda de Villaguay, adonde cursó también el Profesorado de Educación Preescolar en la Escuela Normal Superior Martiniano Leguizamón: «Ya en el secundario tenía elegida la carrera pero por cuestiones económicas postergué el inicio y hasta poder mudarme a Paraná, hice el Profesorado de Nivel Inicial» | Se desempeña fundamentalmente en el campo de la investigación educativa | Su experiencia en primera persona.
Dice que lo que la impulsó a definir qué quería hacer fue «la posibilidad de profundizar en los fundamentos de las perspectivas en educación, en relación a la enseñanza. Pensar la enseñanza».
Pero ahí también confluye la propia biografía: «mi papá es docente y trabajó en una escuela rural, entonces mi casa era la escuela. Ahí creo que me fui apropiando de este oficio. Cuando niña decía que no iba a ser docente, sin embargo, fue mucho mas fuerte esa beta y de a poco el oficio se fue metiendo en mis venas«.
Las lecturas que fue haciendo durante la carrera la movilizaban mucho. «Profesorado en Ciencias de la Educación permite construir una mirada mucho más amplia respecto de lo que implica el trabajo docente, trabajar en las escuelas, en instituciones educativas. De manera que poder cursar la carrera implicó una apertura a una complejidad, a una mirada multidimensional de lo que supone enseñar, ser docente, trabajar con el conocimiento, transmitir ese conocimiento a un otro de una manera muy fuerte, muy impactante para mí«.
Sus preocupaciones pasaban por cómo enseñar, de qué manera, para quién enseñar y, en ese sentido, señala que los espacios curriculares como las didácticas fueron muy significativas en su formación. También resalta que fue muy sólida la formación en el campo de la filosofía, la historia de la educación, psicología, evaluación. «Para mí esos recorridos fueron muy significativos, en tanto aportaron a la construcción de una mirada compleja sobre la educación, sobre la práctica de la enseñanza, sobre el vínculo con el conocimiento, la relación docente-alumno-conocimiento. Implicó un momento de ruptura».
Entre su grupo de compañeras y compañeros de cursada, había docentes que ya estaban trabajando en escuelas: «Eran voces que traían las preocupaciones desde las prácticas, desde contextos específicos, desde la situacionalidad de la enseñanza y eso era otra fuente de aprendizaje y de formación para nosotros. De interpelación de lo que íbamos leyendo, de la teoría que íbamos aprendiendo. Eran voces que cuestionaban las construcciones que íbamos haciendo nosotros respecto de lo que era ser docente. No siempre lograba entrar en diálogo con esas voces y con esas perspectivas, pero sí considero que me ayudaron mucho a construir una escucha respetuosa por esas experiencias ancladas en las prácticas«.
Otro espacio que Mariana resalta de importancia para el aprendizaje fue un espacio extracurricular de Talleres de lecturas con escuelas secundarias a cargo de Marta Hueter y organizados por la profesora Liliana Petrucci. «La idea era poder llevar textos, lecturas y leer con los estudiantes y docentes que estuvieran dispuestos. Era una cuestión voluntaria, leer literatura fundamentalmente con los estudiantes de escuela secundaria. Para poder prepararnos para esa experiencia hubo instancias previas de lectura de diferentes tipos de textos, no los mismos que llevábamos para leer con los estudiantes. Sentí que aprendí a leer por segunda vez. Creo que aprendemos a leer muchas veces en la vida. Y aprender a leer en términos de una experiencia transformadora: eso fue lo mas revelador. Veníamos haciendo lecturas en el espacio de didáctica de (Jorge) Larrosa sobre lo que implica tomar la lectura como experiencia. Me enseñó a identificar otros tipos de textos, no sólo aquellos escritos sino a pensar las escuelas, los rostros, los cuerpos, también como textos donde detenerme«.
Se trata de repensar el vínculo pedagógico en términos de una relación que no es lineal. «En este sentido dar a leer es un ofrecimiento, un deber dice Jorge Larrosa, el deber de dar a leer a otro, de llevar una propuesta con la que invitar, con la que atraer, de la cual hay que cuidar la calidad de lo que se ofrece para que sea una propuesta nutritiva, que ayude al otro a ampliar su universo de sentidos, sus posibilidades de lectura de la vida, del mundo, pero que no siempre va a tener el impacto o la llegada que uno espera y está bien que así suceda. En ese sentido es que digo que la experiencia colaboró en pensar la relación enseñanza-aprendizaje en términos de dos procesos diferenciados: no siempre lo que uno enseña se aprende ni se aprende exactamente lo que uno pretende que el otro aprenda«.
Trayecto laboral
Ha trabajado en escuelas secundarias como tutora con estudiantes de séptimo grado y como asesora pedagógica durante un corto tiempo. «En el trabajo con los estudiantes aprendí muchísimo a partir de cómo funcionaban mis propuestas pedagógicas, a partir de las dificultades que yo observaba, cómo planteaba la clase. También aprendí mucho de mis colegas. Por otra parte, la
asesoría implicó todo un desafío. Me parece que la formación de grado nos prepara para ocupar ese espacio, para pensar la escuela y la práctica de la enseñanza. Para mí era un desafío la construcción del vínculo con los colegas, entendiendo a la asesoría como un espacio de acompañamiento, de interpelación, de escucha y de construcción conjunta con los colegas de la escuela», resalta.
También trabajó como docente en el Instituto Terciario adonde se formó como docente de nivel inicial, en Villaguay.
«Actualmente estoy trabajando en el campo de la Investigación Educativa en las carreras que forman a los profesores para trabajar en la escuela secundaria y en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de UADER. Empecé trabajando en este campo en los profesorados de inicial y de educación primaria con orientación rural y actualmente sólo estoy trabajando en investigación educativa en los profesorados que forman para escuelas secundarias. Tengo que señalar en primer lugar la posibilidad de haber estado trabajando siempre en un equipo, eso cambia mucho las posibilidades de pensar la propia práctica».
Además, ha seguido formándose y está terminando la Maestría en Investigación Educativa con orientación socioantropológica en la Universidad de Córdoba «que también ha sido un espacio de formación muy importante para mí, muy querido y disfrutado y que ha nutrido mucho mis prácticas en este espacio en particular». Ha participado en proyectos de investigación desde la cátedra Investigación Educativa, en una línea sobre educación secundaria de jóvenes y adultos y el análisis de las políticas educativas. También han desarrollado experiencias de extensión de cátedra «en las cuales hemos convocado a referentes institucionales de las escuelas co- formadoras , escuelas secundarias donde nuestros estudiantes realizan su trabajo de campo en el marco de la elaboración del Trabajo Final que les solicitamos . En ese sentido ha sido muy importante la escucha de respecto de la mirada que tiene sobre la formación de nuestros y nuestras estudiantes así como la enunciación de las problemáticas que atraviesan a las escuelas secundarias actualmente».
Por otra parte, se ha desempeñado en algunas dependencias del Consejo General de Educación, donde la convocaron para conformar el equipo técnico y pedagógico de la Dirección de Jóvenes y Adultos, específicamente, para la elaboración del diseño curricular de educación primaria de la modalidad. «En esa experiencia fue muy valioso la recorrida y el trabajo en territorio porque nos permitió una escucha de las voces de los docentes de la modalidad, de las problemáticas que identificaban y a partir de ese trabajo pudimos construir el diseño curricular en el marco de las definiciones político educativas de ese periodo».
Actualmente, está trabajando en Dirección Superior, dependiente del CGE, en el área de investigación, abocada al trabajo de acompañamiento y evaluación de los proyectos de investigación que docentes y estudiantes de los Institutos de Educación Superior de la provincia están desarrollando.
Reflexiones
«A partir del distanciamiento que permite no sólo el paso del tiempo dese el momento que egresé como Profesora de Ciencias de la Educación sino también a partir de mis recorridos laborales y de formación, destaco la formación en una mirada amplia respecto de los fenómenos socioeducativos, una mirada profunda sobre la realidad socioeducativa de la que podemos dar cuenta en su complejidad. También reconozco en esa formación recibida el origen de la construcción de un compromiso con los principios de la educación pública, de la concepción de la educación como un bien social común, como un derecho y la preocupación por los efectos que las condiciones de desigualdad socioeducativa producen«, destaca.
En relación a eso, el mayor desafío, según Mariana Dalinger, «es afrontar las situaciones de conflictos de intereses que se generan en las instituciones educativas, los diferentes posicionamientos políticos, éticos, pedagógicos que asumimos los actores educativos involucrados. Son cuestiones que son inherentes a los procesos sociales educativos y no hay modo de anticiparse a la resolución de esos procesos. Son disputas de sentidos, disputa de intereses inherentes a nuestras prácticas como docentes. Reconozco que hay momentos sociohistóricos que son más propicios para la construcción de las propuestas educativas y prácticas que son mas afines a un posicionamiento crítico y otros, como los generados por la políticas neoliberales conservadoras que no lo son. En cualquiera de esas situaciones siempre para mi el trabajo colectivo, el trabajo con otros ha sido el pilar«.
Para terminar, y en ese marco, aparece una preocupación sobre los modos de posicionarse respecto a los demás actores educativos, respecto a sus saberes y a sus prácticas: «El desafío es poder evitar posicionarnos en perspectivas sociocéntricas y construir miradas que -si bien en mi caso están posicionadas desde una perspectiva crítica-, tiendan a la comprensión de la realidad incorporando la perspectiva de los sujetos que están implicados. Es decir, tender a un diálogo de saberes con los otros y a una construcción conjunta . Son cuestiones que me las propongo, que las voy y las vamos pensando con otros, no son sencillas de solucionar. Permiten valorar la teoría que portamos, valorar el alcance y los límites, poner en evidencia dónde es necesario seguir profundizando, trabajando e incorporando nuevas perspectivas».
Producción general: Belén Cacik