Mariana Rabaini es Licenciada en Comunicación Social por la FCEDU, «un espacio académico en el que me crucé con excelentes personas que añoro mucho y sigue siendo siempre mi referencia. Para mí la facultad, mi facultad, es ésa. Y es Paraná también». Las formaciones que antecedieron y siguieron a la comunicación, sus múltiples intereses, la militancia y la creatividad, en su experiencia en primera persona.
Mariana Rabaini es de Santa Fe pero siempre dice: «Santa Fe es mi lugar de trabajo, de producción, de poner a jugar las profesiones, los trayectos. Y Paraná es el lugar del aprendizaje, del disfrute, del descanso, de los mates».
Además de comunicadora es locutora nacional de la primera promoción de ETER Paraná, hace 10 años, y también docente de música. «Desde que terminé quinto año, siempre trabajé como docente de música paralelamente, para bancar los estudios de comunicación», cuenta. Se formó, asimismo, en protocolo y ceremonial, conducción y producción de eventos y en relaciones públicas: «La carrera de comunicación me sirvió mucho para seguir dando los otros pasos, para una búsqueda mas práctica, a través del micrófono. Eso es lo que estoy haciendo hace muchos años».
Actualmente, Mariana Rabaini se define como «comunicadora, feminista, madre de Guido –fue una decisión muy importante en mi vida, que pude tomarla con mucho compromiso y es algo que disfruto mucho–. Soy una defensora de la educación pública, artista, pero básicamente cuando me preguntan: soy comunicadora, porque para mí todo lo que hago es comunicación».
«Estoy trabajando en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Santa Fe en el Área de Protocolo y Ceremonial, que depende del decanato, y también estoy en el Comité Académico de la Diplomatura en Género que, por tercer año, estamos brindando como posibilidad de extensión. Eso está coordinado académicamente por la compañera Luciana Basso, con quien nos conocimos en la facultad, justamente».
Que lo personal es político, consigna fundamental de los feminismos, para Mariana Rabaini se expresa en el intento «de pelearla desde el lugar de cada una y llevarlo a la conquista de otros espacios sociales. La Diplomatura en Género es un poco eso: desde la academia poder llevar a la universidad, en este caso UTN junto con Acción Educativa –que es una organización civil con muchísimos años que trabaja en territorio con mujeres–. Poder abrir la universidad a esas problemáticas y extenderlas a la comunidad y que gente que no ha podido ingresar a la universidad por distintas razones pueda hacerlo de esta manera».
También, en la UTN, estuvo a cargo del área de cultura. Además, «estoy desde siempre trabajando en Imágica Cooperativa, una productora de realización audiovisual, sobre todo en producción de contenidos, textos, voz en off, prensa. Estoy trabajando en el área de comunicación de la Escuela de Artes Visuales de Santa Fe ‘Prof. Juan Mantovani’. Di clases de comunicación mucho tiempo, di clases de música también hasta el 2013 en una escuela primaria, en mi escuela primaria, la escuela Sarmiento. Siempre sigo haciendo danza, teatro, formándome y haciendo, como artista», resalta, entre sus múltiples aristas profesionales.
Desde hace ya trece años también es conductora y locutora para el gobierno de la provincia de Santa Fe, en la gobernación y en otros ministerios: «Soy maestra de ceremonias, conductora de los actos protocolares y oficiales. Básicamente, ese es mi trabajo central, junto al de UTN».
Trayectorias y militancias
Trabajó en medios tradicionales, en radios AM, medios gráficos, en televisión también –como cronista para América Noticias desde Imágica– y ahora está avocándose a lo que son las redes sociales, «a pensar en proyectos propios».
«Siempre pensando –y eso lo aprendí en la Facultad– en transversalizar, ser horizontal en la comunicación. Pensando en lo que fue la querida ley de medios, que actualmente no está vigente y ojalá vuelva a estarlo, donde tiene que haber muchas voces que puedan expresarse para diversos públicos, cosa que no pasa con los medios tradicionales. De a poco me fui alejando de ese formato de trabajo. Me pasó con mi tesis, ya hace catorce años, de irme de la facultad y volver al tiempo con la tesis terminada y con todos estos planteos, incluso desde lo metodológico, desde la etnobiografía».
El 29 de abril se cumplieron 17 años de las inundaciones de Santa Fe y Mariana resalta que «para mí fue un quiebre muy fuerte en mi carrera, sobre por qué ser comunicadora. Reforcé que quería serlo. Presenté la tesis Vanesa, que es la etnobiografia sobre una mujer que perdió a su bebé en la inundación del 2003 de Santa Fe. Sigo en contacto con ella, como en aquel momento, por eso el 29 de abril es un día muy importante».
En ese sentido, Mariana también se considera una militante: «Siempre fui feminista, participé desde siempre en la Multisectorial de Mujeres, en Organismos de Derechos Humanos, también en Madres de Plaza de Mayo, y lo sigo haciendo, sigo estando muy cerca. También soy defensora de la educación publica, mi hijo va a una escuela pública, participo en las cooperadoras de las escuelas -de la que va mi hijo, de la escuela de música donde me gradué y también de la escuela primaria- y por eso, para mí el lugar de la educación publica es fundamental, es un derecho básico».
En la época universitaria fue consejera directiva por el claustro estudiantil durante dos períodos, de 1998 al 2000: «La militancia universitaria me marcó fuertemente, porque me enseñó eso: la militancia. Lo sigo haciendo, incluso, desde lo gremial y en ámbitos vinculados a la prensa, a la comunicación, a la locución, a la docencia».
Caminos y reflexiones
Hace tres años volvió a la FCEDU como graduada, para coordinar el seminario de ceremonial aplicado a la conducción protocolar: «Fue una experiencia hermosísima», recuerda. Este año, a su vez, participó del curso de posgrado «Feminismo, comunicación y cultura contemporánea», coordinado por María Laura Schaufler. «Sigo siempre en contacto como graduada», señala Mariana.
En ese sentido, también sigue repensando el campo de la comunicación: «Nos sigue pasando, como desde fines de los 90, que tenemos que seguir explicando cuál es el rol, no sólo de la comunicación, sino el rol y la valoración de las comunicadoras y comunicadores y que nuestro trabajo sea tenido en cuenta. Creo que es una problemática a trabajar: qué comunicación queremos. Pensaba en mi tesis y me aparece la idea de [Jesús Martín] Barbero, que la comunicación más que medios son mediaciones, entonces siento que muchas veces quienes nos formamos en comunicación somos mediadores todo el tiempo, en los ámbitos personales, comunitarios, sociales y de los medios en sí», advierte.
Señala que «la aparición de las redes sociales es de una riqueza increíble y que podemos potenciar mucho más nuestro rol». Pero allí aparece una problemática y, en su opinión, hace falta «darle un giro, una vuelta de tuerca al lugar de la comunicación, que básicamente tiene que estar reflejado en los ámbitos de la formación académica, para luego poder insertarnos como profesionales en instituciones varias».