A 20 años de la peor inundación de Santa Fe, compartimos una charla con la graduada de la Licenciatura en Comunicación Social Mariana Rabaini acerca de su trabajo de tesis: un documental etnobiográfico sobre la vida de Vanesa, una mujer que perdió a su bebé la noche del 29 de abril de 2003.
En 2003, Mariana Rabaini ya había terminado de cursar la carrera de Comunicación Social. Hacía mucho que trabajaba y, en ese momento, ya estaba integrando la entonces cooperativa audiovisual Matecosido, hoy Imágica. “La historia de Vanesa apareció en mi vida en 2003, en una entrevista que le hicimos con Imágica para América Noticias, a muy poquitos días de que perdiera a su bebé en la inundación. Creo que hicimos una entrevista periodística clásica en ese momento, pero por algo después volvimos; volví, seguí, seguí y seguí al punto de generar una convivencia, una amistad, una responsabilidad que yo sentía con su historia”, cuenta.
El 29 de abril de ese año, el río Salado irrumpió en un tercio de la ciudad de Santa Fe, más allá de las múltiples causas ambientales de la creciente, por un motivo totalmente evitable: una obra de defensa inconclusa. Esa noche, cuando el agua empezaba a llegar correntosa al barrio Chalet, Vanesa escapó junto a vecinas, vecinos y sus tres hijos en una canoa. Uriel, el más chico, tenía apenas 12 días. Frente a la cancha de Colón, la canoa chocó contra un farol y se partió en dos. La corriente le sacó a su bebé de los brazos.
Mariana Rabaini volvería a buscarla después de esa primera entrevista. “La inundación fue una ruptura para mí como comunicadora, como mujer comunicadora. Con respecto a esta frase que tanto hemos leído acerca de que la comunicación no es una cuestión de medios, sino de mediaciones. Yo siempre había trabajado en los medios, siempre muy en un rol de conducción, de locución, de producción, pero en ese momento me di cuenta de que había que mediar, que había una responsabilidad y un compromiso como ciudadana con las vecinas, con los vecinos, desde ese conocimiento que la universidad pública me había dado”, subraya.
Apenas enterados de los acontecimientos, desde el medio porteño América Noticias convocaron a Imágica para hacer la corresponsalía desde Santa Fe. Mariana Rabaini recuerda: “Con la urgencia de ese momento nos pidieron hacer un montón de notas y fue ahí donde me di cuenta: querían notas, querían tapas, querían primicias”. En ese contexto, se propusieron “meter otras cosas”: “Las escuelas, al mes de la inundación, seguían con evacuados, pero se quería imponer que se había vuelto a una normalidad, que era mentira. Se decía que las escuelas volvían a tener un ritmo cotidiano y no era así. Lo pudimos mostrar en uno de los medios más vistos de alcance nacional, contraponiéndolo con otro de ellos que mostraba la otra cara”.
Llegaron, entonces, algunos replanteos profesionales. Mariana se preguntaba, mientras trabajaba como voluntaria en un centro de evacuados que funcionaba en la misma escuela donde daba clases de Música: “¿Es legítimo poner un micrófono, una cámara, ante tanto dolor, ante tanta desolación?”. La respuesta fue que sí: “¿Por qué? Porque el registro, las voces, las imágenes, la escritura en torno a ello, el registro comunicacional es para apostar a la memoria, a otras voces, a lo que después fue la pelea por una ley de comunicación audiovisual, que no se hegemonice la palabra, los discursos, los sentimientos, las formas de ver”. Esa respuesta, después se plasmaría en un documental, desarrollado con el colectivo Santa Fe Documenta, del cual Imágica o Matecosido, como se nombraba en ese momento, fue parte.
“Apostar a la memoria y a la condena a los culpables y a los responsables —agrega Mariana—. Sentí absolutamente el compromiso de aportar comunitariamente, desde la formación y como persona, como ciudadana, a la emergencia, a la urgencia y al después también, al después porque seguimos trabajando en esto. ¡Hasta hoy!”.
Una relación de 20 años
La casa donde vive Mariana también se inundó. “Ver que, a 20 años, las paredes conservan esas marcas de humedad, que no se curan, es muy impactante. Santa Fe quedó marcada por esa inundación y por otras, pero acá con responsabilidades políticas tan claras”, refuerza.
Su vida personal también quedaría marcada. La relación con Vanesa continuó: desde el 3 de mayo de 2003 hasta principios de 2008, hubo encuentros que tejieron una relación íntima, familiar, entre ambas. Mariana Rabaini fue filmando y grabando casi todas esas charlas. Cuando le comentó a su director de tesis, el profesor Alejandro Ramírez, que seguía en contacto con Vanesa, supo que “ése era el tema”. Con la guía de la docente Patricia Fasano empezó a investigar la metodología etnográfica que finalmente desarrollaría para el abordaje del documental.
Fue una metodología “de mucho acercamiento, de convivencia, de vinculación, no de la investigadora comunicadora que va desde afuera con un interés externo, con un interés para un medio, sino que se involucra y que puede aportar”, explica. “A su vez me sentí totalmente cambiada, interpelada, por ejemplo con la maternidad. En ese momento tal vez ni lo pensaba, pero unos años después decidí yo misma afrontar la maternidad con mucho deseo. Es muy íntimo y muy personal lo que me pasó”, asegura.
El trabajo de tesis devino en el documental “Vanesa”, estrenado a 5 años de la inundación. “Fue recibida de una manera impresionante por el grupo, por Imágica, por Santa Fe, por la familia de Vanesa, por ella misma”, destaca Mariana, mientras vuelve a confirmar la responsabilidad profesional para con esas historias que “merecen ser contadas”, por la memoria colectiva.
Al día de hoy, a 20 años de la inundación, Vanesa y Mariana siguen hablando: “Los 29 de abril recuerdo, siento mucho, me comunico con Vanesa, siempre; nos comunicamos cada 15 días, una vez por mes; estamos muy en contacto, siempre al tanto yo de su vida, ella de la mía, de sus hijas, hijos, de sus nietos, de lo que le pasa, si está mal, si está bien y cuando se acerca esta fecha más aún”. Abril, la hija de Vanesa que nació pocos meses después de la inundación, empezó a estudiar Trabajo Social, otro de sus hijos está terminando la escuela secundaria, sus dos hijos mayores ya son madre y padre y ella está estudiando para terminar la secundaria.
Ahora están “pensando juntas un proyecto que tiene que ver con la comunicación y que me lo propuso ella hace poquito. La idea aún es incipiente, pero lo vamos a concretar”, confía.
La peor inundación de Santa Fe ha seguido estando siempre entre sus temas de trabajo y en el compromiso de Imágica con la comunicación popular y la memoria. Este 29 de abril “va a ser especial, por supuesto”, admite Mariana Rabaini. “Como siempre, iremos a la plaza, a encontrarnos, a reclamar por la Causa Inundaciones, por las víctimas. Por la memoria, la verdad y la justicia”.
Fecha: 26/04/23