Marilyn García, en primera persona

Publicado el: 18 mayo, 2023 Última actualización: septiembre 23, 2024

Es licenciada en Comunicación Social por la FCEDU y su trayectoria profesional está vinculada a la gestión cultural, tanto desde la esfera independiente como desde la Universidad | Con una vasta experiencia en distintos espacios, actualmente dirige el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL. 

 

Marilyn García ingresó a la carrera de Comunicación Social en 1997, “en la época que la Facultad tenía varios anexos porque no estaba terminado el edificio nuevo y las clases más multitudinarias eran en la Biblioteca Popular”, dice en referencia a la sede de Buenos Aires 389, que se inauguró en 2002.

Oriunda de Santa Fe, viajaba todos los días a cursar –incluso los sábados–, al igual que varias generaciones de estudiantes. “Soy egresada de la escuela media Almirante Brown. Ya había elegido la terminalidad de Comunicación Social y recuerdo que fuimos unos cinco compañeros del curso que elegimos ir a estudiar Comunicación a Paraná”, cuenta.

Ese grupo sería de gran apoyo durante la carrera. “Fueron momentos de mucho esfuerzo económico para los que viajábamos todos los días y pasábamos gran parte de la jornada en Paraná”, pero “también de mucho compañerismo”, destaca Marilyn. En este sentido, añade: “Nos ayudábamos con los apuntes, con los pasajes, y quienes tenían computadora también ponían sus recursos para que todos trabajáramos. Recuerdo que hacíamos los trabajos de Redacción en máquina de escribir. Internet era una novedad que recién se comenzaba a escuchar”.

Marilyn egresó en 2006 con la orientación en Procesos Culturales, con una tesis sobre las políticas cinematográficas en el campo de la exhibición en Argentina. “Con mi gran amiga Paula Niklison hicimos toda la carrera juntas y, después de terminar de cursar y rendir, dimos vueltas por varios temas de tesis, cada una de forma individual. Justo se incorporó la modalidad de tesis de producción grupal y, sin dudarlo, decidimos hacerla juntas –cuenta–. La elección del tema tenía que ver con el trabajo que ya veníamos realizando desde el 2000 con el cine independiente”.

En este sentido, recuerda que las clases de María Valdez, quien fue su directora de tesis, las “definieron definitivamente en la profesión”: “Gracias a ella habíamos comenzado a organizar en Santa Fe la muestra itinerante del Festival Internacional de Cine independiente de Buenos Aires (BAFICI). Con un grupo de compañeros creamos el grupo Santa Fe Muestra y esas fueron mis primeras experiencias laborales, desde la gestión independiente”, suma.

Laboralmente, ya venía desempeñándose “en varios proyectos de radio” y también con un grupo de compañeras y compañeros de la Facultad –María Sol Bennasar, Arturo Borra, Luz Giménez, Paula Niklison, Juan Pascual, Paulo Ricci, María Serra, Cecilia Volken– gestaron una revista llamada La C, fragmentos de lo social. “Publicamos una primera y única edición, muy interesante, con una convocatoria de trabajos que tuvo muy buenos resultados. Fue una experiencia muy enriquecedora; luego vino el 2001 y ya no pudimos publicar otra edición. Creo que eso fue muy fundacional en mi carrera, tuvo muchísimo que ver con mi trayecto profesional”, destaca. Asimismo, con Santa Fe Muestra realizaron “muchas gestiones organizando diferentes eventos vinculados al cine, coorganizados con Cine Club Santa Fe y la Universidad Nacional del Litoral (UNL)”.

 

La gestión cultural como campo profesional

En el 2004, cuando se inició el Área de Gestión Cultural dentro de la Dirección de Cultura de la UNL, “Luis Novara nos convocó a junto a Paula para que lleváramos adelante la producción de un encuentro de teatro nacional. Ahí nació el primer Argentino de Teatro y fue el puntapié inicial para mi trabajo dentro de la UNL, donde me sigo desempeñando hasta hoy”, relata Marilyn.

Allí comenzó su recorrido en la gestión cultural pública: “Gracias a dos grandes mentores, como fueron Jorge Ricci y Yiyo Novara, me apasioné por este maravilloso trabajo que tiene enormes satisfacciones y una gran responsabilidad. Junto a ellos transité la experiencia de gestar proyectos, de formar y trabajar en equipo, de llevar adelante acciones que contribuyan a fortalecer nuestras identidades culturales, a pensar en las comunidades como protagonistas de esas acciones, promover la reflexión y el debate desde los ámbitos académicos respecto de las diferentes culturas, a proponer políticas culturales y llevarlas a cabo a través del diseño, la planificación y administración de proyectos”.

En aquellos años era muy incipiente la formación académica en gestión cultural. Entonces, tras egresar de la Licenciatura en Comunicación Social realizó una Especialización en Gestión Cultural y Comunicación en FLACSO, además de variados cursos; “pero a la formación la íbamos transitando a través de las propias experiencias y del trabajo junto a los referentes de la gestión cultural. Sin duda, la Facultad me brindó muchísimas herramientas teóricas –destaca– que, junto a la participación en equipos interdisciplinarios e intergeneracionales, me nutrieron en el hacer; siempre con mucho respeto de las experiencias de los referentes y las inquietudes de los más jóvenes”.

 

Su recorrido profesional está muy vinculado a la Universidad Nacional del Litoral, donde se ha desempeñado como coordinadora de Gestión Cultural de la Secretaría de Cultura, directora del Foro Cultural y coordinadora del Área de Arte e Innovación de la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología. Actualmente, dirige el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL, que se encuentra en la estructura de esta misma Secretaría.

“Cuando estuve en la Secretaría de Cultura llevamos adelante innumerables ciclos. Los más destacados son los Argentinos de Teatro y Danza que luego fueron de Escénicas, el de Literatura; las Bienales de Arte Joven y muchos programas de formación en cultura, gestión cultural y experimentación en torno al arte. Otra gran experiencia fue la gestión del Foro Cultural, un centro cultural que es un verdadero espacio de referencia para la cultura y las expresiones artísticas como vehículo y herramienta de extensión universitaria”, resalta Marilyn.

 

La experiencia en el Museo de Arte Contemporáneo

El Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la UNL trabaja, fundamentalmente, en el fortalecimiento del vínculo de las artes visuales contemporáneas con los diferentes campos del conocimiento, la ciencia y la tecnología. A través de charlas, jornadas, seminarios, debates y cursos, se abordan diferentes temas junto a especialistas de todo el país, así como docentes e investigadores de la UNL. “La propuesta es de un museo abierto, como espacio de comunicación y en estrecho vínculo con sus comunidades”, detalla.

En este sentido, “trabajamos para proyectar el Museo como espacio de formación sociocultural, fortaleciendo el carácter didáctico del patrimonio y abriendo el juego a la comunidad como protagonista de sus propias actividades –enumera–. Trabajamos con y desde el patrimonio y las artes visuales para darlos a conocer, para ponerlos en diálogo con la comunidad, sus problemáticas y narrativas actuales, para que la sociedad pueda apreciarlo y aprender sobre ello y con ello. Las muestras funcionan como disparadores de actividades que posibilitan abordar los conceptos de arte como construcción social y la expresión artística como forma de comunicación. Allí aplicamos muchas herramientas y conceptos de nuestra carrera, entendiendo a la comunicación como reconfiguradora de lo social y a la sensibilidad y la interacción como vehículos”.

Marilyn subraya la importancia de pensar el Museo “desde la esfera vivencial” de quienes se encuentran con las muestras, “siempre con la premisa de que no hay hipótesis de lectura acertadas respecto de la obra”, para así promover una experiencia individual y colectiva “asequible y válida para todos y todas”. “Sin duda, todos estos recorridos fueron y son posibles gracias a nuestra carrera, a docentes que fueron marcando nuestros trayectos y a la universidad pública, que en estos tiempos son verdaderos lugares de resistencia de nuestra cultura, historia y memoria”, insiste.

Antes de terminar de contar su camino profesional, Marilyn García recuerda a Paula Niklison, Yiyo Novara y Jorge Ricci, “amigos y referentes que, aunque hoy no estén físicamente conmigo, los tengo presentes en cada proyecto que escribo, cada idea que se trasforma en acción, en los trabajos en equipo, en las cientos de anécdotas que nos dio la gestión cultural, y en mi corazón”. 

 

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