María Paula Baños se graduó como Profesora en Ciencias de la Educación de la FCEDU en diciembre del 2008 | Su primera experiencia laboral empezó en marzo del 2009 en el nivel medio, como docente de Filosofía de la escuela Alberdi | Sin embargo, su recorrido ha estado marcado fundamentalmente por la educación en contextos de encierro, tanto para personas privadas de su libertad como para el personal del servicio penitenciario | Su relato, en primera persona .
Recuerda que cuando surgió el trabajo en Alberdi para dar Filosofía recurrió «a profesores de la Universidad que sabía que habían trabajado la materia en secundaria. Quería buscar material y armar un lindo programa». Recuerda que le encantó esa experiencia.
Y reconoce que es «nuestra formación en Ciencias de la Educación» la que «permite esta amplitud de trabajar en los diferentes niveles, ya sea en la enseñanza, en el aprendizaje o en la planificación, en la proyección en todos los niveles».
Además, Paula se desempeñó en el espacio de Orientación Vocacional, un campo laboral que reconoce habitual para los y las cientistas de la educación y cuenta que las herramientas que había encontrado en la materia de orientación durante la carrera le permitieron «transitar ese proceso de una manera satisfactoria y poder llegarle a los chicos». También trabajó en la escuela Neuquén, a partir de un proyecto de Educación Popular con estudiantes de sexto año y se asomó al campo popular que tanto le interesa.
La educación en contextos de encierro
Después de la experiencia de educación media, se dedicó solamente a trabajar en educación en contextos de encierro. «En el 2010, ingresé al servicio penitenciario de Entre Ríos. Fue un campo a conocer, a abordar, tengo dos experiencias distintas dentro del servicio penitenciario, siempre en la parte educativa: una es la educación con los internos y otra, que llevo casi 4 años trabajando, en la formación del personal penitenciario», cuenta Paula.
Experiencia en la Unidad Penal N° 1
Paula se desempeñó en la Unidad Penal N °1 de Paraná, que como en todas las unidades del Servicio Penitenciario de Entre Ríos tiene áreas educativas coordinadas por una referencia. En Paraná, como se trata de una población grande, hay más de una. «Coordinamos todas las actividades educativas de los internos, mediando con la escuela primaria y secundaria», señala. Se trata de la escuela de adultos que depende del Consejo General de Educación y que está dentro de la unidad penal. Además, trabajan con el nivel universitario a través de convenios con la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) y la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), precisamente, a través del Área de Comunicación Comunitaria (ACC) de la FCEDU.
«En UADER hay un programa de educación en contextos de encierro y, a través del convenio, internos de Paraná y Concepción del Uruguay estudian carreras universitarias. Las materias troncales que tienen cada una de las carreras que ofrece la Facultad de Humanidades de UADER se dictan con un profesor dentro de la unidad penal. Tenemos un salón donde se realizan todas las actividades educativas, muy completo, con biblioteca, la sala de computación y aulas. Después funciona con tutorías por carreras, con un referente que los ayuda a preparar la materia que rinden afuera».
Paula Baños cuenta que los internos de la Unidad Penal de Paraná estudian Historia, Psicología, Filosofía. En el caso de la Facultad de Ciencia y Tecnología, la mayoría estudia Accidentología Vial y ya hay un egresado de la carrera. «Ahí sí se cursan algunas materias, otras las rinden libres pero también saliendo», comenta.
También trabajan la Capacitación en Oficios junto al Consejo General de Educación (CGE). El mayor desafío es «coordinar lo que es la demanda con lo que son los recursos, tanto humanos como materiales». Hay cursos de peluquería, herrería. «En su momento, tuvimos convenios con UOCRA y los internos recibían cursos de construcción, revestimiento cerámico. Eso permitía que luego pudieran reinsertarse teniendo un trabajo ya que la UOCRA, una vez que recibían la certificación, les ofrecía trabajo en sus obras en construcción».
Paula asegura que «en cada unidad penal las referentes educativas somos egresadas de Ciencias de la Educación porque nuestra formación es tan amplia en el campo educativo que nos permite eso: trabajar en las distintas formas que tiene la educación y en las distintas modalidades».
Se apasiona al contarlo: «es una carrera tan hermosa, yo la amo. La verdad que me dio herramientas para trabajar en lo que a mí me gusta y es todos los días un aprendizaje nuevo, se aprende en el trabajo mismo».
En cuanto a la educación en contextos de encierro, a pesar de que «es una modalidad que es difícil, se trabaja con sujetos en un contexto muy cruel y muy limitado», Paula observa que «eso hace que el trabajo educativo cobre muchísima fuerza y es muy satisfactorio».
Formación del Personal Penitenciario
Otra de sus experiencias es la Formación del Personal Penitenciario. Actualmente se desempeña como coordinadora del Instituto de Formación Penitenciara que está en la ciudad de Villaguay: «Lo coordino desde Paraná, desde la Dirección Principal de Formación Penitenciaria. Allí se hacen todas las capacitaciones», por ejemplo, el curso para Agentes penitenciarios de seis meses y la carrera de Oficiales, los que además de hacer un curso de oficiales cursan una Tecnicatura Superior.
«Trabajamos todos los contenidos y la planificación de los programas. Lo de la Tecnicatura, que se empezó a implementar en 2017, fue un desafío para mí porque me tocó renovar el diseño curricular, algo que hacía por primera vez. Fue mucho estudio, volver a los conocimientos que me dio la facu, tomar nuevos. La facilidad es que trabajamos en equipo junto al CGE. Armamos un diseño curricular, con un plan de estudio del que estoy orgullosa. Pensamos mucho cada una de las materias necesarias para la formación de un oficial, pensando en su tarea y su perfil. Su tarea que no sólo es la seguridad sino trabajar con los internos para su futura inserción social. Cada una de las materias fue pensada, atravesada desde los ejes de derechos humanos y desde lo social», resalta.
Por otro lado, Paula se ocupa de la capacitación permanente del personal e integra el equipo de selección en el examen de ingreso del curso de agentes y de oficiales.
Área educativa en el servicio penitenciario argentino
«Ciencias de la Educación copó el servicio penitenciario de Entre Ríos. Una de las improntas que tiene el servicio provincial, que no existe en otros servicios en la Argentina, es tener una Área Educativa que se dedica a coordinar todas las actividades educativas de los internos», destaca Paula Baños.
Su trabajo está atravesado por «tratar de formar oficiales y agentes humanamente preparados para trabajar con sujetos en contextos de encierro».
Es todo un desafío. Así se resumen once años de trayectoria, nueve en el servicio penitenciario: «Para los de Ciencias de la Educación es un desafío lindo y la carrera nos da herramientas para trabajar ésto. Siempre cuando me cruzo con gente digo que no se deja de estudiar nunca. La facultad te da las bases y en el trabajo te seguís formando. Depende de uno seguir estudiando, pensando y trabajando, que también eso nos enseñan en la facu».
Producción general: Belén Cacik