La comunidad académica de la Facultad se reunió este 21 de febrero para compartir un análisis de la situación presupuestaria que atraviesa el sistema universitario. La decana, Aixa Boeykens, dio la bienvenida al ciclo académico en la primera semana de mesas de exámenes. Asimismo, dio cuenta de la importancia de defender el valor público de las universidades y su contribución social.
En una reunión mediada por las tecnologías que fue convocada por el equipo de gestión de la Facultad de Ciencias de la Educación para las 12.30, representantes del Consejo Directivo así como docentes, estudiantes y no docentes tomaron conocimiento de la situación actual que atraviesa la institución al igual que el conjunto de las universidades públicas.
Desde el equipo de gestión se manifestó que la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de reconducir la ley de presupuesto 2023 para el ejercicio 2024 genera una profunda preocupación en tanto la proyección de gastos para el funcionamiento de nuestra Facultad presenta severas dificultades para cumplir con las tareas diarias.
Se agrega a ello el profundo deterioro de los salarios, docentes y no docentes mediante una propuesta de actualización de apenas el 16% sobre los sueldos de enero, en un contexto donde la inflación acumula un 51,3% en apenas dos meses sin contar con el índice del último mes. Lo mismo ocurre con las distintas becas estudiantiles, que quedan seriamente devaluadas ante el avance de la inflación.
Tal como se expresó en la reunión del 29 de diciembre de 2023, el equipo de gestión hizo hincapié en el compromiso con el cuidado y la defensa de los derechos de estudiantes, docentes y no docentes ante el contexto presupuestario adverso que nos toca atravesar como consecuencia de las decisiones del Poder Ejecutivo Nacional, que recondujo el presupuesto de 2023 sin considerar el índice del costo de vida.
De acuerdo con ello, se señaló que, ante la crisis que pone en riesgo tanto la educación como la ciencia y la calidad de vida de enormes sectores de la población, resulta indispensable consolidar los lazos de solidaridad que permitan llevar adelante estrategias de cuidado entre quienes conformamos la comunidad de la Facultad, así como nuestra sociedad en general.
El presupuesto actual de gastos de financiamiento, por caso, no alcanza para sostener el mantenimiento de la infraestructura de los edificios de la Universidad. Esto hace que, en el caso de la electricidad, debamos tomar definiciones para intentar reducir el consumo eléctrico en, al menos, un 30%.
La decana señaló que al mismo tiempo que se comparte este escenario con la comunidad de la FCEDU, se mantienen diálogos con el rector, las y los decanos de las otras facultades de nuestra Universidad y de otras universidades en la convicción de que la educación y la ciencia se encuentran en estado de alerta y es responsabilidad de las autoridades velar y defender los derechos de estudiantes, docentes y no docentes.
La educación pública universitaria constituye un orgullo de la sociedad argentina que se basa en los pilares de la gratuidad, autonomía, laicidad e inclusión social, con la búsqueda de la máxima calidad académica, impulso de la investigación y compromiso con la sociedad, por lo que requiere un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades.
Desde este convencimiento, el equipo de gestión manifestó la importancia de continuar defendiendo el valor social de las universidades, su función democratizadora, su aporte a un desarrollo económico autónomo y soberano y su contribución a la construcción de sociedades más justas e igualitarias.