Silvia Siromsky integró el equipo de la Biblioteca «Prof. Nélida Landreani» durante 28 años. En un emotivo encuentro, sus compañeros del Personal Administrativo y de Servicios y autoridades de la Facultad homenajearon la trayectoria de Silvia en ocasión de la despedida por su jubilación.
«Ingresé el 13 de septiembre del ’88, justo el día del Bibliotecario; era muy joven. Entré directamente como personal de biblioteca», comentó Silvia.
Desde complicidades con los estudiantes para evitar sanciones a los encuentros con sus compañeros no docentes, Silvia manifestó su afecto y alegría por estos años en la Facultad: «Es una gran familia. Me llevo lindos recuerdos, no me voy triste, me voy feliz. Cada etapa hay que vivirla bien.»
Como mensaje a sus compañeros de Biblioteca, Silvia expresó: «Que sigan unidos, hay que trabajar en equipo, es la manera de salir adelante. Los quiero mucho, tenemos nuestras diferencias pero estuvieron siempre en los momentos difíciles de mi vida. Cuando los necesite, yo sé que van a estar.»
En el agasajo de despedida, el Jefe de Departamento Biblioteca, Hipólito Deharbe, compartió sus conmovedoras palabras:
Querida Silvia, nuestra Egresada Laboral 2016:
El cartel que te recibía hoy en la Biblioteca decía: “Llegó la hora!!!”
Hay mucho por decir y contar por tu paso en la Facultad…
Ingresaste un 13 de Setiembre, un Día del Bibliotecario, como si esa fecha fuera un bautismo de tu tarea en la Institución y te vas un 31. Es como si los números al cambiar su posición denotan el principio y fin de una etapa.
Son 28 años, 1 mes y 18 días que te conocemos. Más exactamente 10.276 días desde que entraste a la Biblioteca.
6.977 libros “sufrieron” en tus manos el proceso de catalogación… Varias idas y venidas con los mismos hasta que estuvieran listos para ser prestados. Te despides del Bibun, de las Reglas de Catalogación y de la CDU, pero en sus páginas queda el vestigio de su uso cotidiano.
Una gran parte de tu vida la has pasado con nosotros, hemos compartido miles de anécdotas, alegrías y momentos gratos; también los tristes fueron escenario de nuestro compartir.
Vamos a extrañar tus rezongos y esos días que viniste con los cables pelados. También tus relatos cotidianos de tus grandes amores y sobre todo del último: la Cuca.
Ya no vamos a percibir el exquisito aroma de tus almuerzos cotidianos que eran mortales a esa hora y tus gritos persistentes de “Mariiiiita!!!!”
Queremos agradecer tu compañerismo, por estar siempre presente y dispuesta a realizar tu trabajo con un espíritu de equipo.
Se nos va una referente en la Biblioteca y tu ausencia Silvia se va a sentir hondamente.
Quiero cerrar estas palabras con una bendición irlandesa:
Que los caminos se abran a tu encuentro,
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.
Que guardes en tu corazón con gratitud
el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.
Que todo don de Dios crezca en ti
y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.
Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,
gracioso y generoso como el sol,
que sale entre las nubes
y calienta el mar tranquilo.
Que la fuerza de Dios te mantenga firme,
que los ojos de Dios te miren,
que los oídos de Dios te oigan,
que la Palabra de Dios te hable,
que la mano de Dios te proteja,
y que, hasta que volvamos a encontrarnos,
otro te tenga, y nos tenga a todos,
en la palma de su mano.
Te queremos mucho, tus compañeros de la FCEDU.
Desde la comunidad de la Facultad de Ciencias de la Educación, los mejores deseos en esta nueva etapa.